Capítulo 8 - La causa

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Matt: ¿Hola, Joe?, amigo necesito conversar contigo. ¿Podemos juntarnos en algún café o un parque?

Joe: Matt, ¿qué sucede?

Matt: Necesito un consejo de alguien maduro. Estoy aburrido de escuchar las idioteces de Tai, T.K. es muy pequeño para entender esto e Izzy no tiene idea de relaciones con chicas, tú eres el único a quien puedo recurrir.

Joe: Genial, podemos juntarnos en el café "Odaiba". ¿Está bien a las cinco?

Matt: Sí, allí nos vemos, amigo. Un abrazo.

Joe: Igual para ti, Matt. Nos vemos.

La tarde estaba fría, con presagios de lluvia por parte de los expertos climatológicos, ideal para discutir los problemas con el sabor de un buen café y una tarta de frambuesas. Un hombre de piel blanca, cabello y ojos negros, llenos de orgullo y petulancia se dirigía a una reunión casual con uno de sus viejos amigos de la infancia. Sospechaba que el motivo de la reunión eran problemas con cierta castaña, lo que le alegraba un poco ya que de una u otra forma, llevaba tiempo esperando que aflore un dilema en el interior de esta pareja tan perfecta ante los ojos del mundo. Joe se siente confiado de que su amigo traerá con su pesar, noticias que para él podrían ser motivo de alegría. Se repetía por su mente la palabra "amigo" con la que el rubio osó llamarlo. Joe no se sentía identificado con ella, pero su disfraz de oveja blanca no le permitía rebatirla ni menos negar tal relación con él.

Por otra parte, el rubio caminaba con su corazón agitado hacia el lugar de encuentro. No estaba seguro de si era buena idea compartir sus problemas sentimentales con su amigo, pero no podría descifrarlo sin antes intentar poner en conocimiento de dicha situación al pelinegro, en quién esperaba poder confiar. El tiempo para retractarse se había agotado ya que llegó al café y allí estaba Joe.

Matt caminó hacia la mesita que ocupaba el pelinegro, quien lo esperaba impacientemente. Por su parte Joe sólo quería acabar rápido con el asunto y saber cuánto tardaría la bella mujer que era su pareja en dejarlo y quedar disponible para un hombre "mejor".

Matt: ¿Cómo estás, Joe?

Joe: Bastante bien, ¿supiste las buenas nuevas?

Matt: ¡Por supuesto!, ¡Felicidades!

Joe: Muchas gracias, Sora decidió que quería formar una familia conmigo sin avisarme antes, pero está bien. Realmente nos amamos. Le pedí matrimonio, pero esta noche lo haré en serio.

Matt: (un escalofrío recorrió la espalda del rubio que disimuló con un breve parpadeo) Wow, qué genial, viejo. Me alegro por ustedes. ¿Y ella dijo que sí?

Joe: (Una mirada fría se apoderó de su rostro, con una sonrisa fingida) Por supuesto. Está feliz de poder comenzar una vida conmigo, ya sabes que yo soy su hombre y ella es mi mujer.

Matt: Bueno, por mi parte las cosas con Mimi no están tan bien. De alguna forma siento que no está satisfecha del todo con nuestra relación y no sé cómo convencerla de que se quede conmigo. Nosotros aún no queremos tener hijos porque nuestra situación es inestable además queremos viajar por el mundo y siendo un músico y ella florista es demasiado difícil mantener una familia, ¿verdad?

Joe: Es cierto, pero sabes algo, Matt, yo siempre he creído que Mimi está hecha para cosas grandes, quizás tú no estás a su altura y ella se terminó dando cuenta simplemente de que el romance no es suficiente para mantener a una mujer a tu lado. Muchas veces debes forzarlas a depender de ti. Es decir, Sora trabaja, gana su dinero, pero sin mí, no sobreviviría y tu trabajo como músico no genera tanto dinero como el mío en la medicina o como el de otras personas que sí se desgastan en su trabajo. Nunca te lo he dicho, pero ser artista es bastante vago. ¿En qué aportan tus canciones a la productividad?

Desearía Nunca Haberlo sido - Digimon fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora