La historia se sitúa en el mundo real, cuando los digidestinados ya crecieron y están lidiando con sus vidas adultas y el romance que surge entre algunos de los elegidos a medida que van creciendo. La historia es un poquito cursi, espero que la dis...
Ya había pasado una semana desde que Yuuko llegó al mundo, pero aún no lograba salir del hospital. Día tras día, monitoreábamos su resistencia pulmonar y la doctora decía que, definitivamente ella mejoraba. No había duda de que es hija de Sora, una de las chicas más fuertes que he conocido.
Durante la semana, nuestros amigos estuvieron muy pendientes de la bebé y todos vinieron durante sus ratos libres, incluso Izzy, quien tiene mucho trabajo como el director ejecutivo de su compañía, vino varias veces en la semana para ver si necesitábamos algo o simplemente para traernos algo de comer. Él siempre ha sido un gran amigo para mí.
También ha venido mi mamá todos los días y es muy buena dándole ánimos a Sora quien, si bien no está deprimida, está muy impaciente por poder tener a la bebé entre sus brazos, como debió ser desde el principio. Ahora entiendo por qué decidió llamar a la bebé como mi madre. Se nota que confía muchísimo en mamá ¿y quién no?
Aún recuerdo cuando le ofrecí a Koromon vivir en mi casa, claro yo tenía diez años, le prometí que ahí viviría bien y que mi mamá nos protegería de cualquier peligro. Me da vergüenza contárselo a alguien, pero aun veo a mi mamá casi como una heroína, es cierto que solía enfadarse conmigo cuando pequeño porque yo era muy impulsivo y siempre hacía travesuras junto a Kari e Izzy, pero yo siempre era quien los impulsaba a hacer esas cosas.
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Supongo que Sora la admira porque a pesar de todo siempre nos ha apoyado a Kari y a mí y no sólo a nosotros, siempre apoya a mis amigos, es como una mamá para todos, tal como Sora. ¡Mierda! Ahora creerán que escogí a Sora por parecerse a mi mamá... no es eso. Sólo quería expresar que creo que Sora también será una gran madre, y espero que Yuuko y los futuros niños que tengamos puedan verla así, después de todo, Sora fue quien decidió tener a su bebé y eso es digno de todo respeto y admiración, ¿verdad?
Hoy, como todos los días, estábamos en el hospital, por fin había logrado sacarle una sonrisa a Sora ya que escasean a causa de la situación y me sentí feliz de verla sonreír a mi lado. Este día en particular mi madre se tardó en llegar, lo que puso a Sora un poco nerviosa. No dejaba de pedirme que la llamara para ver si todo estaba bien. Yo le insistía en que todo estaba bien, que quizás se entretuvo en la tienda o quizás se entretuvo en casa haciendo algo de su agrado.
De pronto la vimos llegar acompañada de otra mujer: Toshiko. Al ver a Sora noté que sólo quería salir arrancando, pero de ninguna manera lo haría ya que sabía que esa acción daría espacio para que su madre se molestara o hablara mal de ella con nosotros, aunque yo no lo hubiera permitido, pero de todas formas ella se quedó para evitarlo y yo sólo la apoyé tomando su mano.
Cuando llegaron junto a nosotros, nos quedamos mirando todos en un silencio muy incómodo. Tuve que contenerme para no decir ninguna estupidez.
Tai: Ma... ¡mamá! ¡Señora Takenouchi! ¡Qué gusto! ¿Qué hace por aquí? (dije fingiendo estar relajado)
