Capítulo 21 - Las estrellas.

76 8 4
                                    

Matt: ... Ahora súbete a ese taxi porque ya fue suficiente de compartirte con el mundo. Esta noche te quiero sólo para mí.

Mis ojos se iluminaron como faros, a pesar de que lo estuve buscando, no creí que Matt volvería a ceder por mí. Gracias al cielo el hotel no estaba lejos y yo moría por volver a sentir su calor en mi cuerpo.

Al llegar al hotel, Matt tomó mi mano y me guió hasta el ascensor con cierta desesperación.

Mimi: Calma, Matt... (dije sonrojada)

Matt: No me pidas que esté calmado. Te deseo, Mimi. (dijo entrando en el ascensor, acorralándome contra la pared)

Mimi: Pero estamos en público... (mi respiración se aceleró)

Matt: Mucho mejor... (dijo mientras me besaba y tocaba por todas partes)

Mimi: Siempre he fantaseado con esto... (dije bastante excitada, tocando su entrepierna efusivamente).

Matt: Entonces, ahora cumpliré esa fantasía, amor. (dijo sin dejar de besarme, provocando que mi rostro se volviera totalmente rojo y mi cuerpo se calentara de una forma que sólo recordaba haber sentido en mis fantasías de adolescente).

Yamato seguía besándome efusivamente, mi labial había desaparecido por completo de mi boca y se veía un poco en la suya. ¡Demonios! Ya sentía como mi entrepierna se humedecía e involuntariamente, apegué mi pelvis contra la suya, sintiendo la dureza de su miembro, provocando más calor en mí. Él notó que mi cuerpo necesitaba más de él, que desesperaba por su interior, pero esta vez no sería tan fácil ya que hoy, por desgracia, traía puesto pantalón y no una falda o un vestido como usaba casi siempre.

A Yamato no pareció importarle la clase de ropa que traía puesta, ya que como un demonio desabrochó mi pantalón e introdujo su mano, como si fuera el propietario de esa zona, descubriendo mi humedad y mirándome con evidente satisfacción y placer en su rostro, mientras no dejaba de besarme, causando que me faltara el aire, pero aun así no quería despegarme de su boca. Si muriera a causa de sus besos en ese momento, de seguro iría directamente al cielo.

Sin previo aviso, bajó mi pantalón junto con mis bragas y lamió sin preámbulo toda la humedad acumulada en mi entrepierna. ¡Mierda!, ¡Lo hace tan bien! Como un impulso, cubrí mi boca con una mano para no causar un gran escándalo, mientras que con la otra sujetaba su cabello, presionando su cabeza hacia mi pelvis con ansiedad, sin poder controlar el volumen de los gemidos que me provocaba y su lengua entre mis piernas me hacía perder todo el control que pudiera tener sobre mis actos.

De pronto llegamos al piso donde estaban nuestros cuartos y debimos abandonar el ascensor. Me puse la ropa rápidamente, pero mi respiración agitada no lograba calmarse y mi entrepierna seguí húmeda. De todos modos, no sé en qué ascensor hubiéramos logrado hacerlo con tiempo suficiente y sin ser descubiertos.

Al entrar al cuarto, Matt terminó de quitar mis pantalones y continuó tocando mi intimidad, ahora extendiendo sus caricias por todo mi cuerpo, mientras me tenía acorralada contra la pared, apoyándose contra mi cuerpo como si de otra forma se fuera a caer. Escucharlo jadear me hacía enloquecer por lo que decidí quitar su pantalón y su ropa interior de una vez y luego lo tomé de sus nalgas, acercándolo a mí, mirándolo con ojos suplicantes... ¡Lo extrañaba tanto! ¡Moría por tenerlo dentro y sentir su potencia! Pero Matt amaba escucharme suplicar, no le bastaba con que todo mi cuerpo lo deseara, no le bastaba con tenerme a su entera disposición, él adoraba escucharme gemir su nombre, aunque a veces no pudiera ni juntar las letras en mi cabeza debido a lo nublada que estuviera mi mente.

Desearía Nunca Haberlo sido - Digimon fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora