One shots [Harry Potter]

62. Remus Lupin.

Dedicado a: MissStark_

- Bueno amor, me tengo que ir. – Tara plantó un corto beso en los labios de su novio.

- Adiós. - Remus dio una sonrisa embobado.

- Voy contigo. - Sirius tomo un pedazo de pan para luego salir del comedor junto a la Hufflepuff, cuando finalmente se fueron Remus se dio el lujo de soltar un leve gruñido que no paso por alto para sus compañeros.

- No me digas ¿celoso? – James intento contener una carcajada, claramente falló en el intento.

- ¡Claro que no! – Remus se cruzó de brazos. - es solo que pasan mucho tiempo juntos, y solos…

- Eso suenan como celos. - aporto Peter.

- Agh.

(…)

Las semanas pasaban y Remus solo lograba confirmar sus “sospechas”, si bien lo intento negar millones de veces, ver como su novia y mejor amigo pasaban tanto tiempo juntos, verlos actuar de manera tan cómplice solo lo hacia peor y que aquellas aumentaran junto con el dolor que crecía en su pecho.

Lo peor, hoy era su aniversario y ella parecía haberlo olvidado.

Ya no lo soportaba.

Hablaría con ella.

Terminaría con ella.

O eso creía.

- ¡Remus! – Sirius apareció junto a el y lo abrazó por los hombros. - justo el hombre al que buscaba.

- Sirius, ahora mismo no tengo tiempo y sinceramente no quiero hablar contigo.

- Primero que nada; auch y segundo, no arruinaras nuestros planes.

- ¿Nuestros? – Remus frunció el ceño.
- Vamos.

Ambos chicos tomaron un rumbo completamente distinto al inicial llegando así a un viejo salón
donde lo único que había era oscuridad.

- Sirius, ¿Qué…? - más no obtuvo una respuesta verbal, lo único que recibió fue un empujon y que
la puerta se cerrara tras de él.

3.

2.

1.

Aquel extraño salón dejo de ser oscuro y ahora se encontraba iluminado por la suave luz que
diversas velas emitían.

Al centro de la habitación se encontraba una mesa para dos, repleta de distintos manjares, la
mayoría contenía chocolate, lo cual provoco que nuestro licántropo favorito sonriera.

- ¿Te gusta? – una voz a sus espaldas preguntó, Remus se giro encontrándose así con su novia, sin
embargo ninguna palabra salió de sus labios, pero sí un suave asentimiento.
- ¡Que bueno! Porqué
me llevo meses planearlo, ¡Tuve que pedirle ayuda a Sirius! Sin el no lo hubiera podido hacerlo. - Remus río suavemente, entendiendo así que todas sus sospechas habían sido erróneas.

- Te amo. - El castaño abrazó a su novia.

- Yo igual lo hago.