35. Sirius Black.

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Dedicado a: 00Mia_Todd00

A Mia a le gustaba Sirius, simple.

Mia era una Slytherin y Sirius un Gryffindor, difícil.

¿Por qué difícil? Porque Sirius nunca estaría con Slytherin, eso estaba claro.

Pero bueno, siempre se puede soñar, o al menos así se consolaba la chica de 15 años.

Y ya estaba cansada, cansada de esconder sus pensamientos y sentimientos, cansada de tener ese peso en sus hombros, así que estaba decidida a decirlo, no importaba si una a ser rechazada o no, necesitaba hacerlo.

Mia se armó de valor suficiente y se dirigió hacia el pelinegro que se encontraba solo en unos de los pasillos de Hogwarts.

- Hey, Sirius.- lo saludó, el enarco una ceja en su dirección al ver su uniforme.

- Hola... ¿Mia, cierto?

- Si.- Asintió.- bueno, quería decirte algo.

- Adelante.

Un suspiro se escapó de los labios de la chica.- Sirius, Me gustas y mucho.

El Gryffifnor se quedó en silencio analizando las palabras de la chica, tras unos segundos un sonrisa burlona surco sus labios.

- Oh.- comenzó a decir.- la pequeña Slytherin se enamoró...

Y entonces Mia supo que nunca debió haber hablado, el joven Gryffindor no desaprovechó la oportunidad de molestarla y hacer los sentimientos de ella añicos, pero no bastó con eso, lo siguió haciendo durante meses hasta que se había vuelto parte de su rutina.

El año escolar pasó demasiado lento para Mia y muy rápido para Sirius, quien esperaba que las vacaciones pasaron rápido para volver a su rutina.

Grata fue su sorpresa cuando no la volvió a ver y le contaron que había sido transferida a Illvermorny, aunque no le gustaba admitirlo, el pelinegro se sintió extraño al no verla, después de todo ella era parte de su rutina.

Los años pasaron y el chico nunca volvió a saber de ella, no sabía nada y eso en cierto punto le desesperaba, pues aunque es su tiempo no lo quiso admitir, Mia era una buena chica, era una de esas dulces chica que todos quieren, pero el lo que hizo fue rechazarla por su casa.

Un estúpida decisión por su parte.

Ahora con diecinueve años Sirius caminaba por el callejón Diagon en busca de distraerse cuando su cuerpo chico con alguien.

- Lo siento.- se disculpó el sosteniendo el cuerpo que chico para que este no caiga.

- No es nada.- Sirius se congeló al oír esa voz, no había cambiado en todos estos años.

- ¿Mia...?- preguntó con cierto nerviosismo.

- Sí.- Asintió ella separándose un poco.- es un gusto verte Sirius.

- Wow, no te veía hace años...

- Lo sé, tampoco esperaba verte hoy, pero me esperan, debo irme.

Sirius la tomo de su muñeca, no dejaría que se fuera, no de nuevo.

- Mia, yo...- aclaró su garganta para seguir hablando.- enserio lamento lo de hace años, yo era un chiquillo inmaduro lleno de prejuicios hacia tu casa y...

- Esta bien, no tengo rencor contra ti.- Mia soltó una risita contagiando a Sirius.

- Me alivia saberlo.- soltó un suspiro.- ¿Te parece si te lo recompeso, ya sabes, con una cita?

- Lo lamento, pero no.- contestó ella, Sirius la miro queriendo el saber porqué.- No sería correcto estando comprometida.

¿Comprometida? ¿Había escuchado bien?

Sus dudas de aclararon cuando un castaño se acercó a ella abrazandola por la cintura.

- Hola Sirius.- lo saludó con una cálida sonrisa.- Tiempo sin verte amigo.

- mucho tiempo Remus.-asintió Sirius.- Así que tú y Mia...

- Estamos comprometidos.- Asintió.

El chico les dio una falsa sonrisa.

- Me alegro por ambos.

One shots [Harry Potter] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora