La Última

Capítulo 4

De camino al hotel hago un pequeño desvío y me matriculo en el instituto Sunshine para que sea mas fácil encontrar a Connor. Pero claro dentro de un instituto hay demasiada gente para encontrarlo, no será tarea fácil, pero lo conseguiré .

El instituto es enorme y tiene unos jardines precisos e inmensos. Dentro hay un montón de aulas espaciosas con millones de pupitres blancos, ventanas gigantescas que dan al patio y pizarras que ocupan paredes enteras. Al lado de cada puerta se encuentran ordenadas en filas millares de taquillas adornadas de distinta forma por los alumnos.

Cuando acabo de recorrer el pasillo, entro en el despacho del director, no se como lo habré encontrado, supongo que será por el enorme letrero que hay en la puerta de cristal, en él se encuentra el director Fernández (por lo que puedo leer en su placa) rodeado de pilas de papeles.

-Buenos dias -me saluda.

-Buenos días a usted también -le respondo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Que es lo que quiere, como verá estoy un poco ocupado.

-Ya lo veo. Desearía matricularme en la escuela.

-Lo siento señorita pero no podemos hacer eso sin la autorización de sus padres -me dice con una expresión seria.

-Me encantaría que mis padres estuvieran aquí , pero ellos están muertos -no tenia que haberlo dicho, he sido un poco dura, bueno ya es tarde. Voy a intentar dar un poco de pena.

Una lágrima me cae por el rostro, me la seco rápidamente y agacho la cabeza-Bien Sam lo estas haciendo muy bien -pienso.

-Ah bueno en ese caso podremos hacer una excepción -rectifica muy arrepentido - Deme sus datos y la incorporare a la lista .

Tardamos un rato, y cuando acabamos salgo de allí mirando cada uno de los rincones del instituto. Fernández me dijo que el lunes empezaria las clases con los demás alumnos y me dio un horario con las asignaturas que tendria ese día.

Enseguida llego al hotel, el instituto no queda muy lejos de allí. Subo a la habitación 31H y me tiro encima de la cama, ahora pienso en el chico y en las distintas formas con las que puedo acabar con él. Siento una punzada de pena, pero a caso ¿si él estuviera en mi lugar no haría lo mismo?

Sin darme cuenta me quedo dormida.