Capítulo 10

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Estoy tirada encima de la cama, esta vez he conseguido despertarme a tiempo antes de que mi sueño se convirtiera en una pesadilla, y desde entonces estoy despierta. Todavía es muy temprano, son las 6:00 de la mañana y no tengo nada que hacer.

Quito las cortinas y dejo que la luz del sol entre a raudales por la ventana, es una luz magnífica. Saco uno de mis cuadernos y un lápiz y me pongo a dibujar. No me había fijado hasta entonces, lo que se ve por la ventana es un paisaje precioso y me gustaría tenerlo como recuerdo. Desde allí se ve un parque  lleno de árboles con grandes hojas de color verde y un estanque en el centro.

Mientras que lo estoy pintando me acuerdo de mi padre. Todos los fin de semanas que podíamos salíamos a un parque cercano y tranquilo a las afueras de la ciudad a hacer un picnik. Mi padre y yo siempre sacabamos los blocs de dibujo y nos poníamos a dibujar cualquier cosa que viésemos, mientras que mi madre ponía las cosas para que comiéramos. Podíamos pasarnos horas ahí y yo nunca me aburría, era divertido hacer cosas en familia cuando tienes una.

Ya he terminado, no me ha salido exacto pero no esta mal del todo, no he perdido mucha práctica desde entonces. Me voy a lavar las manos, el grafito del lápiz ha hecho que me manche la mano. Suena el despertador, ya deberán de ser las 7:30.

Me visto con una camiseta negra del grupo de musica guns and roses , unos vaqueros desgastados y las botas negras que me puse el primer día.

Bajo con calma a desayunar y me lo tomo con mucha paciencia. Cuando acabo voy al instituto mirando más de cerca el parque que he dibujado hace un rato.

Llego al instituto. Mis amigos están en la puerta riéndose, me acerco a ellos.

- Hola chicos -les saludo risueña.

-Bueno mira quien ha aparecido, nuestra amiga la aburrida -dice Matt en tono de burla.

- No te metas con ella Matt, aun que tiene razón te perdiste ayer una buena. Los locos de Connor y Matt se metieron en una fuente ha hacer el imbécil, fue graciosísimo -dice Dacotta como puede aguantando la risa.

- Si que debería haber estado jajaja.

- Que pena que te lo perdieras -Connor lo dice mientras que me agarra de la mano. Cuando me doy cuenta la retiro con rapidez y me rasco la cabeza intentando disimularlo.

En clase, en toda la mañana, no me entere de nada. Estaba continuamente pensando en el vestido que me iba a comprar y en como iba a ser una tarde de compras con mi amiga.

Cuando acabaron fui a buscar a Dacotta, esta cuando me vio me cogió del brazo y salimos del centro enseguida.

- Tenemos que darnos prisa, cada segundo que perdemos es un vestido que no me voy a poder probar -lo dice mientras tira de mi con fuerza.

Cuando llegamos a su casa, dejamos las cosas y su madre nos da algo de comer para el camino hacia el centro comercial.

Cuando llegamos veo que a Dacotta se le iluminan los ojos al ver el escaparate lleno de vestidos. Entramos y ella empieza a sacar vestidos de distintas formas y colores y los va apilando encima de mi. Cuando llegamos al probador los tiro todos dentro y me siento en un sillón enfrente del probador al que ha entrado Dacotta y espero a que se los pruebe todos.

Es increíble, pero le sienta bien cualquier vestido que se ponga, esta preciosa con todos. Al final se decanta por un vestido blanco, algo rosado que hace que su piel bronceada resalte más. La parte de arriba es sin tirantes con un escote en forma de corazón y esta lleno de pedrería formando pequeñas flores y la falda es larga y con mucho vuelo.

- Bien rubia ahora nos toca elegir un vestido para ti - me dice mientras sonríe.

Como la vez anterior coge un montón de vestidos y los lleva al probador, pero esta vez es ella la que espera fuera sentada.

Me probé el primer vestido sin mangas y cuando me gire para verme en el espejo me di cuenta de que ahí estaban las putas cicatrices, marcas que no se iban a ir jamas. No puedo ponerme un vestido que deje ver esas malditas cicatrices, la gente empezaría a hacer preguntas. Por desgracia todos los vestidos que había cogido Dacotta para mi tenían la espalda al descubierto y no podía salir sin enseñar ninguno así que me los probé casi todos para ver con cual se veian menos mis cicatrices.

Estuve como una hora metida en el probador, sin salir, probándome un vestido tras otro. Dacotta me pedia que saliera, pero yo no podía, no quería salir y que viera mis cicatrices, no quiero contárselo, mas bien no quiero recordarlo, es una historia muy larga. Estoy agobiada, quiero llorar y gritar, quiero salir de alguna forma de allí, y entonces lo encontré. Sabia que era ese el que me iba a llevar, por que no tenia la necesidad de probarme ninguno más, era perfecto.

Era de color blanco, con una falda corta con vuelo, perfecta para guardar la pistola y que no se notase nada y tenía un escote en forma de corazón, como los anteriores, pero este llevaba una especie de tela casi transparente que cubría mi espalda, aunque dejara ver el color de mi piel, no dejaba ver las cicatrices. Además llevaba encaje en tonos dorados por todo el cuerpo del vestido. Era sencillamente perfecto, como si lo hubieran hecho solo para mi.

Cuando salgo del probador Dacotta se levanta del enorme sillón y empieza a aplaudir. No se si lo hacia porque al fin salia del probador o porque el vestido me sentaba genial.

- Dios mio Sam estas espectacular.

- ¿Tu crees? Estoy un poco rara con el vestido, hace mucho que no me pongo uno -le digo mientras estiro de la falda del vestido un poco hacia abajo.

- Claro que si, cuando Connor te vea se va a desmayar -se empieza a reír.

- No quiero que Connor se desmaya -o tal vez si quiero, no lo se .

-¿Bueno que tal si ahora vamos a comprar unos zapatos a juego?

-Genial.

Nos pasamos todo lo que quedaba de tarde buscando unos zapatos de tacón para cada una, me dolían los pies de tanto dar vueltas, pero al fin valió la pena porque los encontramos.

Cuando llegue a casa lo deje todo encima de la cama, ya solo tocaba pensar como me iba a peinar y eso era fácil. Tan solo me lo iba a ondular, a recoger un poco de pelo en la parte de atrás, le iba a poner un lazo y ya esta.

Me puse los tacones, no se caminar con ellos y tenia que aprender si los quería llevar, Dacotta ya me vio hacer el pato en la tienda mientras me los probaba, ahora no podía dejar que me viera todo el mundo.

Al cabo de una hora ya era toda una experta con los tacones, caminaba firmemente y sin tambalearme.

Estoy mirándome en el espejos y suena mi móvil. Es Connor quien me esta llamando, me alegro aun que no se de que. ¿Qué querrá de mi a esas horas?

- Hola Sam, ya se que es tarde, pero no puedo esperar hasta mañana para decírtelo -esta nervioso, lo noto por su tono de voz, no es el habitual.

- Connor me estas asustando ¿qué pasa?

- Tan solo quería pedirte qué si quieres venir al baile el viernes conmigo, se que es un poco cutre preguntartelo por ...

- Connor, no voy a ir contigo al baile. -le he cortado en mitad de la frase, pobre.

- Ya te lo ha pedido otro, seguro que es eso, si es que soy imbécil te lo tenía que haber preguntado antes, joder -esta enfadado, muy enfadado, le ha sentado mal que le haya rechazado.

- No, no me lo ha pedido nadie, es que es mi primer baile y prefiero ir sola, solo eso -intento disculparme.

- No quiero que vayas sola, ven conmigo por favor.

- No Connor, lo siento -le cuelgo y no le dejo que diga nada más. Seguro que iba a empezar a suplicarme y me iba acostar cada vez más decirle que no.

Dejo el móvil encima de la mesilla al lado de la cama y sin quitarme los tacones me tumbo encima de la cama e intento dormir.

Enseguida el sueño me atrapa con sus brazos y me abrza con fuerza y junto con el cansancio no me dejan escapar.

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