Capitulo 11

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Suena el despertador. Me duele todo el cuerpo. Cada extremidad, cada rincón de mi cuerpo está dolorido, pero ¿por qué? ... A vale, ya lo entiendo, me he caído de la cama sin darme cuenta, esto de las pesadillas cada vez va a más, que sera lo próximo, un titular en el periódico que ponga  "Adolescente sonámbula se tira por un balcón".

Me pongo en pie y me quito los tacones, todavía los llevo puestos, he dormido con ellos sin darme cuenta.

Saco algo de la maleta. Toda la ropa esta arrugada, lo que tiene meterlo todo a mogollón después de que saco algo.

Bajo a desayunar. Esta vez no esta el hombre mayor de siempre en la barra, sino que lo sustituye un chico joven muy guapo. Cuando le veo me acuerdo de Connor, ayer le rechace y hoy me pedirá explicaciones, tendría que evitarlo a toda costa, pero eso no impedía que no desayunara con el bombón del camarero.

- Hola buenos días -me saluda. Dios mio es guapísimo y de cerca más aun, por favor que traigan a un médico que me va a dar algo ahora mismo- Que quieres para desayunar preciosa.

Voy a sentarme, pero nadie puede ser más imbécil y torpe que yo para tropezar con la silla delante de un pibón.

- Ten cuidado no te vayas a hacer daño preciosa que chicas igual de guapas que tú quedan pocas -vale ahora si que estoy nerviosa. Me tiembla todo el cuerpo y no puedo parar de sonreír como una imbécil.

- Si es que soy un poco torpe -me tiembla la voz- ponme por favor un zumo y un trozo de ese bizcocho que tiene tan buena pinta -le digo señalando el bizcocho con pepitas y cobertura de chocolate que hay encima de la encimera.

- Espero que te guste el bizcocho, lo he hecho yo este mañana -joder encima de guapo, cocina.

- Si esta igual de bueno que tú seguro que me encanta -empieza a reírse mientras que lo corta. Tierra tragame ya por favor, no me puedo creer que le haya dicho eso, pero que me pasa.

Pone el bizcocho y el zumo encima de la mesa.

- Que aproveche preciosa -que deje ya de llamarme preciosa, cada vez que lo dice hace que me ponga más nerviosa de lo que estoy.

- Gracias. Por cierto, ¿que ha pasado con el hombre que siempre esta aquí?, por que prefiero tenerte a ti -pero bueno Sam  que te pasa hoy, estas muy salida.

- Mi padre estaba malo esta mañana. Me ha obligado a venir, pero me ha merecido la pena venir por conocerte. Gracias por preguntar -dios mio que mono es.

- Ow gracias, a si que es tu padre.

- Sip, siempre que le surge algo o se pone malo me obliga a venir, pero ya he terminado, a si que si no tienes nada que hacer... -¿me esta pidiendo que me quede con él? Pues perfecto, ya tengo una manera de evitar a Connor. Si me quedo con este chico no tendré que verle.

- Se supone que tengo que ir al instituto, pero por un día que no vaya, no va a pasar nada.

-Pues perfecto entonces.

Se quita el delantal y lo deja encima de la barra y sale agarrandome del barzo.

- Oye porcierto me llamo Drake.

- Yo Sam

- Tienes un nombre precioso -joder, pero este muchacho no se cansa de piropearme todo el rato.

Salimos del hotel y me sigue agarrando del brazo. No se a donde vamos, pero me fió de él, creo...

Llegamos al parque y nos sentamos en un banco. El estanque parece más bonito aun. Drake pasa la mano por mi espalda y me rodea con su brazo. Estoy incomoda y no quiero seguir en esta situación, me levanto y me acercó a la barandilla del estanque y observo como los patos nadan en él. Pero Drake también se levanta y se pone detrás de mí y sitúa un brazo a cada lado de la barandilla encerrándome entre su cuerpo y la estructura metálica, pero bueno este chico no pilla las indirectas o que pasa. La razón por la que ahora bo quieri que se acerque tanto a mi es porque mi cabeza no puede dejar de pensar en Connor y no es por que le tenga que matar, sino porque me siento como si le estuviera engañando y esa sensación no me gusta, pero ahora ya es tarde, ¿cómo me voy a deshacer del tío este?

Suena mi móvil ¡Mi salvación! Drake se aparta para que pueda contestar. Es un número desconocido, pero se lo agradezco igualmente.

- Vale ya de entretenerte, no tienes tiempo libre, tienes que estar trabajando -es una voz misteriosa, suena distorsionada y me cuesta entenderle.

- ¿Quién cojones eres? -le pregunto irritada.

- Quién crees que soy, venga no te hagas la tonta lo sabes de sobra -se ríe, que puñetas le hace tanta gracia.

- Como sabes lo que estoy haciendo - es "El jefe" ahora me doy cuenta, ¿quién sino iba a hablarme asi? Pero se supone que él no esta aquí.

- Lo se y ya esta. Tú procura hacer lo que te digo sino atente a las consecuencias -cuelga.

¿Me ha amenazado? En estos momentos no sé si siento miedo o rabia, puede que una mezcla de las dos. Drake se acerca a mí.

- ¿Quién era? Pareces muy enfadada.

- Veras, es que yo no debería estar aquí, contigo -me seco el sudor de la frente- Tengo cosas que hacer, lo siento.

Me doy la vuelta y me voy, pero Drake me lo impide agarrándome del brazo .

- No te vayas por favor -me da pena dejarlo ahí tirado, he sido yo la que ha empezado a ligar esta mañana con él y ahora que esta aquí le voy a dejar tirado.

- Esta bien me quedaré.

Estuve con él ni se sabe cuanto tiempo dando vueltas sin un rumbo fijo. Me invito a comer y a un helado. He de reconocerlo, me lo pase muy bien con él, pero Connor seguía sin salir de mi cabeza.

Me acompañó al hotel, a la puerta de mi habitación, es todo un caballero. Cuando fui a despedirme de Drake, este intento darme un beso, pero me aparte lo suficientemente rápido como para esquivarlo y disimularlo dándole un abrazo. No dijo nada.

Entro en la 31H y dejo a Drake fuera. Sin darme tiempo a descalzarme oigo disparos, uno detrás de otro. Llego a oír tres disparos como mucho ¿qué a pasado? Mi cuerpo tiembla , abro la puerta y miles de escalofríos me recorren el cuerpo. Quiero gritar  y llorar, pero ni la voz acude a mi garganta, ni las lágrimas a mis ojos.

Drake esta tirado en el suelo, con dos manchas color purpura en el pecho que cada vez se hacen más grandes y una tercera en el abdomen. Me arrodillo ante él e intento buscarle el pulso aun que se que ya esta muerto. Cuando ya puedo gritar lo hago lo más fuerte que puedo. La gente empieza a salir histérica de las habitaciones.

- ¡¡¡Llamad a una ambulancia por favor!!!

Hay personas que se desmallan, otras que se ponen a llorar, otros llaman a la ambulancia y tan solo unas pocas corren a ayudarme. Me doy cuenta de que hay una nota en el bolsillo del pantalón de Drake y la cojo sin que nadie se de cuenta. Me retiro del cadáver a un rincón donde no hay nadie y la leo:

Maldita zorra, te dije que siguieras en tu trabajo y me has desobedecido, ahora llora por tu amigo que va a ser la última vez que vas a poder estar con él. Espero que la próxima vez te lo pienses mejor.

La ÚltimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora