XXVIII

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Era un viernes por la noche en la casa de JiMin aproximadamente eran las nueve y media de la noche, el fin de semana estaba por empezar.

También en esa noche Ji había decidido cambiar el color de su pelo, por el rubio.

— Escucha pequeño, tengo unos asuntos que arreglar fuera del país así que tengo que salir ahora. — Explicó. — Papá y mamá no están así que yo espero que tu novio no ronde por aquí. — Vio a Ji sonrojarse. — La semana pasada dijiste que solo dormirás con el pero regresaste con marcas en tu cuello. —

— Hyung. — Cubrió su rostro con una almohada del sofá donde se encuentraba sentado.

— Ya te advertí. — Se acercó al menor. — Ahora ven y abrázame. — Extendió sus brazos y el otro acató la orden.

— Te voy a extrañar. — Susurro JiMin con notable tristeza.

— Yo también. — Acarició su espalda. — Dile a ese idiota que te cuide o si no romper su cara. — Frunció el seño.

— No pasará nada malo. — Empezó a reír.

— Eso quiero. — Sonrió. — Cuídate, volveré lo más rápido que pueda. — Beso su mejilla. — Adiós hermanito. — Se movió hasta la puerta.

— Hasta pronto Hyung. — Se sintió triste.

— Hasta pronto Dongseang. — Y por fin salió de la casa.

JiMin se volvió a sentar en el sofá pero esta vez triste por la ida de su hermano mayor.

El silencio en la casa era tan grande que sintió extrañar algo o alguien que siempre estuvo ahí pero justo ahora no se encontraba.

A su mente llegó pequeños recuerdos de la forma de ser de esta persona, sabía que era alto, más grande que el, unos ojos negros tan profundos, su hermosa sonrisa que iluminaba cada mañana de aquel "sueño".

— KookJi. — Al decir su nombre su corazón latió muy fuerte.

Decidió levantarse del gran sofá para poder dirigirse a su cuarto donde tomaría una ducha en el jacuzzi, lo primero que hizo al llegar a dicho lugar fue tapar el hueco que tapaba el conducto que hacía el agua salir para después empezar a llenarlo.

Lo dejo de esta forma para ir a donde se encontraba su armario y de esta sacar sus pantalones de pijama blanca junto a una playera del mismo color que le había dado JK.

Puso estas prendas sobre la cama y se llevó consigo sólo una toalla, también ropa interior. Después tomó las prendas antes dejada en la cama para después tomarla y ponerla sobre una mesa dentro del baño.

Colocó jabón en el agua que estaba casi apunto de llenarse para en seguida proceder a despojarse de su ropa, quedando completamente desnudo.

Se adentro a dicho jacuzzi para intentar relajarse en este, recostó su cabeza sobre el filo a la par que cerraba los ojos junto un suspiro pesado.

— ¿Está mal pensar en tres personas a la vez?. — Hablo al aire. — Tener el mismo sentimiento por estos. — Involuntariamente abrazo su cuerpo. — Amarlos como si fueran uno. — Susurro. — KookJi, JungKook, JK. — Pronunció los nombres. — Me están confundiendo. — Abrió los ojos para después dejar de recargarse, ahora se sentaba. —  ¿Qué voy hacer si... — Paro un momento. — JungKook vuelve?. —

Después de a ver tenido tantas dudas durante dicha ducha decidió empezar a bañarse por completo, aplicando su champoo en todo su cabello y por claras razones el jabón de igual manera pero en su cuerpo.

Al finalizar todo esto salió del jacuzzi tomando su toalla para secarse y después colocar su ropa interior.

Salió con la toalla sobre sus hombros dirigiéndose hacia la dos prendas que antes habíamos dicho, estas también las colocó en si mismo.

Ya después de a completar esta acción tendió la toalla mojada. Se fue a su tocador para colocar su desodorante junto a su perfume, peino un poco su pelo.

Su teléfono empezó a sonar de pronto llamando su completa atención, se dirigió hasta el para ver que le llamada era de su Tio Chan, atendió la llamada.

— Buenas noches tío Chan. — Su voz se escuchaba alegre.

— Buenas noches JiMinnie. — Este se escuchaba de igual manera. — Yo quería saber si mañana podríamos reunirnos. —

— Por supuesto. — Sonrió.

— Entonces te enviare un mensaje con la dirección y la hora. — Sonó feliz. — Tengo tantas cosas que decirte, también alguien quiere verte. —

— ¿Quien es?. — Curioso.

— Lo sabrás cuando lo veas. — Emocionado. — Pero bueno, te dejo es hora de dormir pequeño. —

— Claro tío, descansase mucho. — Asintió aunque el otro no le pueda ver. — Le quiero. —

— Te queremos. —

La llamada fue cortada por el que estaba del otro lado del celular, esta persona se encuentraba con su esposo a su lado, el esposo estaba con una alegría inexplicable.

— Ya quiero verlo. — El más grande sonrió con sus típicas sonrisas brillantes.

— Mañana lo verás amor. — También el sonrió. — Aunque también se que te gustaría ver a KookJi. — Bajo la mirada. — Sin embargo no se si se conocen, aunque si lo hicieran para ellos sería uno de los sentimientos más grandes que alguien pudiera tener. — Suspiro.

— A de ver sido hermoso. — Hizo la misma acción para después abrazar a su amado, al cual amaba como si fuera la primera vez. — Si estás consciente de que JungMin... —

— ¿Renació?. — A completo la frase y el mayor asintió. — Si, así que creo fuertemente de que si el esta aquí... — Pensó.

— Si. — Asintió. — También está KookJi. — Una lágrima se escapó de sus ojos. — Les extraño tanto. — Abrazo a su pareja.

— Tranquilo cariño. — Le dio fuerzas. — Las esperanzas también han renacido. — Le sonrió.

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