Ya habían pasado 4 meses, 4 meses en los que JiMin y JungKook se la pasaron desbordando amor como siempre lo hacían, como siempre fue.
Ahora mismo era el último mes, es decir, este era el último mes para los mayores que se graduación, lo cual también quiere decir que era el mes lleno de exámenes, proyectos, trabajos, tareas, etcétera.
Ya tenía una semana desde que JiMin había visto a su novio y se sentía muy triste pues este ya le había acostumbrado a sus besos, abrazos y caricias.
A pesar de eso el entendía el por que su JungKookie estaba ocupado, pronto se graduaria así que debía dar el cien por ciento en la universidad.
Justo ahora se encontraba acostado en su cama alado de su mejor amigo TaeHyung con el había vuelto a relacionarse. Ambos muy aburridos mirando el techo sin saber que hacer.
— ¡Ya me aburrí!. — Expreso Tae parándose de la cama. — No soporto verte y verme ahí tirados. — Acomodo su cabello. — Vamos a golden. — Movió a JiMin.
— No es mala idea. — Se levantó sin ganas.
— No lo es. — Sonrió. — Ahora vamos arreglarnos para vernos bien perras empoderadas. — Trono los dedos.
— Por supuesto. — Se hecho una carcajada.
Y mientras ellos dos se maquilaban, perfumaban y se ponían más hermosos de lo que ya son, otro chico de cabello negro con las puntas de color rojo, se encontraba en su apartamento jalandose los cabellos del estrés, estaba a punto de terminar el ultimo proyecto de evaluación que se entregaría en aproximadamente unos dos o tres días.
También se sentía estresado por que también en cuatro días sería la graduación, el se graduaria y también cantaría en este evento.
Estaba ya en la parte final de su trabajo cuando de pronto su timbre sonó, con un suspiro se levantó a abrir la puerta.
Al hacer esto se encontró con su hermana menor.
— ¿Qué haces aquí?. — Hizo la pregunta para después irse otra vez a su computadora.
— Hola hermano, ¿cómo estás?. — Hablo en sarcasmo. — Se que estas muy estresado pero mírate necesitas aire, así que estoy aquí para ir a golden. — Se sentó en la cama.
— Iré contigo sólo por que estoy así. — La miro para después hacer una medida con sus dedos muy pequeña. — De terminar. — Sonrió feliz. — Sólo espera un poquitito. — Suplicio.
— Bien, apúrate. — Cedió.
Después de eso Lisa espero unos diez minutos mirando como su hermano movía las teclas como loco, ella solo bosteza del aburrimiento.
Estaba apunto de dormirse.
— ¡Vamonos!. — Grito JungKook. — Mira lo guapo que me veo. — Le enseñó su ropa.
— Si, si. — Asintio levantándose de la casa.
Básicamente lo que paso después fue salir del edificio, entrar al automóvil, poner música, y llegar hasta golden, sencillo.
Bajaron del carro para rápido buscar un heladería, al encontrarla se sentaron en una de las mesas de afuera.
— Buenas tardes. — Saludo un mesero. — ¿Qué desea ordenar?. — Pregunto con una sonrisa.
— Yo quiero un helado de fresa y chocolate. — Dijo Lisa riendo.
— Yo napolitando. — Sonrió igual que su hermana.
— Ahora mismo se lo traemos. — Se fue con la misma sonrisa con la que llegó.
— Y ¿JiMin Oppa?. — Pregunto.
— Aquí. — Señaló su pecho. — En mi corazón. — Suspiro enamorado.
— En serio que te traía bien loco. — Río.
— Eso sí. — Miro al cielo recordando su bella carita. — Lo extraño mucho. — Bajo la mirada triste. — No he hablado con el en un tiempo. —
— Eso es malo. — Hizo la cara triste.
— Aquí están sus ordenes. — Llegó el chico mencionado con los dos helados.
— Ya quiero pagar. — Dijo Lisa.
— Por supuesto, ahora le traigo el cambio. — Sonrió y se fue.
— Y dime... — Kook comió un poco de su helado. — ¿Ya tienes novio?. — Y en ese momento Lisa casi se ahoga con el helado. — Eso dice mucho. — Río.
— "¿Eso dice mucho?". — Pregunto irónicamente. — Eso dice que me iba a morir ahogada y tu ni me ayudas. — Puchereo.
— Oww la bebé. — Se burló.
— Yaaa. — Alargó la palabra riendo, cuando de pronto su celular sonó. — Espera. — Saco su celular y contestó. — Dime. — Le hablo a la persona del otro lado del celular. — ¿Qué? ¿Cómo que Kai se comió toda la comida y ahora Kyung esta apunto de matarlo?. — Se levantó de la silla. — Esperame ahí Jennie, voy corriendo. — Corto la llamada. — Lo siento hermanito pero debo ir a detener una desgracia. — Dio una ultima probada a su helado.
— Su cambio. — Mencionó el mesero.
— Gracias. — Tomó el cambio.
— Claro ve. — Río por ver toda la escena.
— Te quiero hermano adiosssss. — Empezó a correr mientras se despedía.
— Así es, esa es mi hermana. — JungKook le dijo al mesero y este solo río para después irse.
JungKook empezó a disfrutar de su helado mientras pensaba que después de esto iría a ver a su hermoso novio, por fin podría pasar tiempo con el pues ya había terminado todos sus trabajos.
— ¿Tu eres el hermano de Lisa?. — Una voz femenina hablo.
— Si. — Kook la miro asintiendo.
— Oww eres mucho más guapo de cerca. — Coqueteo acercándose más. — Soy NaYeon. — Se sentó sobre sus piernas.
— No quiero ser grosero pero puedes pararte. — Hablo con un semblante enojado.
Y desde lejos se encontraba JiMin y TaeHyung viendo esa escena en la dónde claramente JungKook se veía incómodo y enojado, los dos amigos se miraron.
— ¿Estas pensando lo mismo que yo?. — Pregunto Tae riendo.
— Claro que si. — Ji alzó su mano para chocar los cinco con su mejor amigo.
Los dos se movieron hasta la escena muy incómoda, TaeHyung agarro a la chica para quitarla de las piernas del mayor, y enseguida JiMin se sentó en estas piernas en las que ya se había sentado muchas veces.
— Hola mi amor. — Beso sus labios a la par en la que rodeaba su cuello, y sentía las manos de su novio sobre su cintura.
— Te extrañe. — El más ato susurro sobre sus labios.
— Sueltame. — Chillo Na.
— Sueltala Tete. — Hablo JiMin de forma serie. — Te voy a pedir de la mejor forma que te des a respetar un poco, no te ofrezcas como si fueras algo barato. — JiMin suavizó su voz. — Tampoco te acerques a el, por que el. — Señaló al mencionado. — Es mio. — Volvió a besar sus labios.
— ¡Uhg!. — Volvió a chillar para después irse.
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FanficLibro 4 - Destinados. Los ojos ciegos se acabaron para JiMin y JungKook. Tuvo que pasar algo fuerte para poder darse cuenta de que se tenían y se habían encontrado uno al otro, aunque desearían no a ver sido tan ciegos pero eso ya no importa, para e...