Había pasado una semana, una hermosa semana donde JiMin y JungKook habían estado juntos, ya que ningunos de sus padres estaban aprovechaban para dormir juntos en el respectivo departamento de JK.
Se encontraban abrazados en la cama un viernes en tardesnoche aproximadamente eran las siete y media, cuando de pronto el sonido de la puerta siendo tocada los alertó, el mayor se levantó con una mueca pues no quería dejar a su bebé.
Al llegar y abrir la puerta se encontró al recepcionista.
— Le llego esto caballero. — Extendió una carta.
— ¿Una carta?. — Levantó una ceja y tomó la antes mencionada. — ¿Quien la trajo?. —
— Un chico, solo me dijo que se la diera a usted y su pareja, no me dijo nombre. —
— Uhmm. — Pensó. — Gracias. — Sonrió.
— Pase buena noche. —
— Igualmente. — Cerró la puerta.
Camino hasta donde se encontraba JiMin con un rostro confundido.
— ¿Qué era Kookie?. — Pregunto al ver la cara de su novio.
— Llegó una carta. — La enseñó. — ¿Quién pudo ser?, ya nadie envía cartas en estos tiempos. — Se sentó.
— Hay que verla, tal vez diga el nombre del que la escribió dentro. — Opino.
— Tienes razón bebé. — Se sentó para verla, y su novio se puso detrás suyo.
Carta.
Realmente me sorprenden, no pensé que fueran tan astutos y inteligentes.
Se escondieron muy bien, tanto que después de un año de ese "accidente" no les encontré.
Pero que creen, ya lo hice, y no esperen mucha compasión de mi parte.La deuda sigue fresca Jeon.
La deuda podía ser pagada con Park.
Atte: M.W.H
Fin de la carta.
— ¿MWH?. — JK pregunto confundido.
— Kookie. — Llamó. — ¿Acaso no lo recuerdas?. — Le miro.
— ¿Qué cosa bebé?. — Frunció el seño.
— MCY. — Pronunció. — MYG. —
— Tu crees que... —
— Por supuesto. — Afirmó.
— Vamos con papá. — Se levantó. — Ya no es seguro aquí. — Tomó una mochila empacando ropa de el y de JiMin.
— Tal vez el nos ayude. — También se levantó. — Rezo por que no nos sigan. — Ayudó a su novio hacer lo que hacía.
Con esto hecho bajaron a la cochera, JK tenía algo en mente, no usaría su carro de siempre, probablemente esa gente ya sabia cual era, así que usaría su reserva.
Subieron a este carro para irse lo más rápido posible con Jong y Chan, por sus cuerpos corría miedo, un miedo que había sentido antes pero ahora se intensificó.
Llegaron en menos de lo que canta un gallo, los nervios se apoderaron de ellos, tocando aquella puerta con desespero y con lágrimas que ya caían por sus mejillas.
La puerta fue abierta dejado ver a esas dos personas con las que sentían seguridad. Inmediatamente les abrazaron y los mayores sin entender correspondieron.
— ¿Qué sucede hijo?. — Pregunto abrazando a su hijo.
— ¿Les pasa algo malo?. — Ahora Chan pregunto pero a JiMin. — Primero pasen a la casa. —
Todos se movieron hasta la sala donde se sentaron en el gran sofá, los menores un poco más tranquilos.
— Bien, ¿Qué sucede?. — Pregunto el mayor de todos.
— Esto. — JK dio la carta con las manos temblorosas.
Jong la leyó junto a su esposo y sintieron una precion en sus pechos.
— Primero analizamos. — Hablo Chan. — ¿Ustedes tienen una idea de quien es?. — Movió la carta. — ¿No lo conocen?. — Los menores negaron. — Claramente esta persona si los conocía, por que los menciona a los dos. — Hizo el dos con los dedos. — Aquí menciona algo de una deuda, un accidente que sucedió hace un año. — Argumento.
— Niños, ¿ustedes desde hace cuanto se conocen?. — Dijo el mayor.
— Hace como dos meses, creo. — Contestó Kook.
— Es extraño. — Chan hizo una mueca. — Ustedes estan seguros que no se conocieron antes. — Miro la carta. — Osea me refiero antes en esta vida, en la pasada ya sabemos que si. — Aclaró.
— No lo sé. — Ji negó.
— Ustedes dijeron que tienen amnesia. — Jong hablo y los menores asistieron. — ¿Hace cuánto?. —
— Hace un año. — Pronunciaron los dos al mismo tiempo.
— Bingo. — Expreso Chan. — Presiento que es eso, tal vez no lo recuerdan. —
— Pero tal vez lo sepan si le preguntas a tus padres Minnie. —
El mencionado saco su celular pues le llego un mensaje.— Mi madre dijo que acaba de llegar. — Guardo el celular. — Es nuestras oportunidad. — Miro a Kook.
— Vamos. — Tomó su mano.
— Están seguros de salir, ahora. — Opino Chan.
— Ya esta más oscuro. — Dijo el otro.
— Es verdad pero es ahora o nunca. — JiMin camino hacia la puerta.
— Den nos suerte. — Siguió a su novio. — Nosotros les avisamos cualquier cosa. — Jong detuvo a su hijo.
— Hijo aquí estaremos para protegerte. — Hablo Chan.
— Ustedes ya hicieron mucho por nosotros. — JiMin les sonrió a ambos. — Es momento de que luchemos nosotros. — Los abrazo el menor.
— Minnie tiene razón. — JK se unió al abrazo.
— Bien, vayan con cuidado. — Jong se separo.
— Suerte. — Chan sonrió tratando de transmitirles esperanza.
Y con esas últimas palabras se fueron nuevamente al carro, donde ahora conducieron hacia la casa del menor.
Al llegar ahí, el primero que se bajo fue el pequeño seguido de su amante, desbloqueo la puerta y entro el primero.
— Hijo, que gusto verte. — Expreso su madre.
— Mamá. — Hablo serio. — JungKook y yo ya nos conocíamos ¿no es así?. — Hirai se quedo estática. — Contesta madre. — Alterado.
— ¿Por qué le hablas así a tu madre?. — Su padre parecía enojado.
— Ella se queda así, por que sabe que es cierto lo que digo. —
— ¿De que hablas?. — Hee parecía confundido y más cuando JungKook entró poniéndose detrás de su hijo.
— ¿Ustedes no saben quién es WonHo. — El nombre pronunciado salió espontáneamente.
— No tenemos esas respuestas. — Negó el hombre mayor.
— Pero tal vez alguien si. — Su madre hablo tímida pues Hee le decía con la mirada "no digas nada".
— ¿Quién?. — Pregunto JiMin.
— El mejor amigo de los dos. — Tomó valentía para hablar. — Kim TaeHyung. — Pronunció el nombre.
— Eso quiere decir que ¿JungKook y yo si nos conocimos antes?.— El menor pregunto por última vez.
— Si. — Dijo Hirai.
Justo ahora la mente de ambos estaba tan nublada que no pensaron en las demás posibilidades del conocerse antes, solo pensaban en WonHo, en Min WonHo.
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FanfictionLibro 4 - Destinados. Los ojos ciegos se acabaron para JiMin y JungKook. Tuvo que pasar algo fuerte para poder darse cuenta de que se tenían y se habían encontrado uno al otro, aunque desearían no a ver sido tan ciegos pero eso ya no importa, para e...