Capítulo 43

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HANS

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HANS


—¿Ese es Tyler? —señalo confundido.

Ella pega un gritito y se pone de pie con un evidente nerviosismo.

—Bueno, yo me voy a la cocina que la he dejado desmantelada —gira sobre sus talones para marcharse y la cojo a tiempo del cuello de la camisa, parándole los pies y la giro hacia mí, observándola con atención.

—¿Por qué huyes, Kat? —quiero saber de inmediato.

Es más que evidente. Ella me evita la mirada, mordiéndose el labio.

—Yo no he hecho nada, soy inocente —murmura.

¿Inocente? Una mala sensación me recorre por completo. Joder, esto me está poniendo de los nervios. Una mirada hacia el intercomunicador me da la clave de varias posibilidades. Y eso pone mal a mi corazón; que ya de por si lleva una mala racha.

—¿Qué has hecho, Kat? —le pregunto con más seriedad.

Ella se encoje, va a decir algo, pero que suene otra vez el intercomunicador hace que desvíe sus ojos a Tyler y su cuerpo la delata. Está acojonada. Joder. Entonces sí que pasó algo cuando volvió aquí. Mi mente va hacia atrás. Un día exactamente. Recuerdo el coche de Tyler pasando por la calle del museo, advirtiendo sobre la tormenta y que todo el mundo permanezca en sus casas. Kat vino cuando comenzó a llover con intensidad. Tendría que haberlo supuesto. Pero estaba demasiado embrujado con su regreso y que se entregara a mí por completo.

Kat me rehúye. Y no es ninguna novedad desde hace media hora aproximadamente. Le tiemblan las piernas. Aprieta los labios. Tiene cara de pánico y su lenguaje corporal me grita que solo quiere esconderse de una persona. Y no soy yo.

Lo único que sé, es que sea lo que sea no voy a permitir que nada le pase.

Trato de serenarme. Le doy la espalda y aprieto el botón de la pantalla para comunicarme con Tyler.

—¿Qué se te ofrece, Tyler? —le hablo con una voz serena.

—Hola Hans. Pensaba que no estabais en casa —se pasa la mano por su nuca. Su cara me da mala espina—. ¿Puedo pasar?

—Claro, adelante —aprieto otro botón y veo como la verja se abre para que acceda. Escucho como Kat hace un ruido estrangulado con la garganta y miro como cierra los ojos, aceptando una condena que aún estoy cavilando en mi cabeza a una velocidad de vértigo.

Las posibilidades que más barajo son:

Qué desobedeciera alguna orden directa de Tyler o de uno de sus compañeros. Qué haya pasado la velocidad permitida. O que no frenara cuando le hicieron la señal para que se detuviera.

Eso me deja descolocado. Pero Kat nunca ha sido tan irresponsable. Me cuesta creer que ella desobedezca a la autoridad o sea imprudente al volante.

Remembrance ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora