Capítulo 34

928 105 14
                                    


ASHLEY

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ASHLEY


No sé qué tan buena idea sea esto. Pero estoy decidida a no retroceder. Ashley Halsey nunca retrocede cuando toma las cosas en serio. No voy a echarme para atrás ni nada por el estilo. Le dije a Dash que me casaría con él, y así lo haría.

Maldita sea. ¿Por qué me tiembla todo y me sudan las manos?

Estoy en los servicios del juzgado de Toronto. Mirándome al espejo. Y llevo aquí encerrada bastante rato. Dash salió vestido de casa, pero yo decidí llevarme mi vestido y demás cosas para arreglarme aquí.

Repaso con la mirada una vez más todo, haciéndome mentalmente un «okey».

Vestido puesto.

Un maquillaje suave.

Sandalias doradas.

Todo parece perfecto.

Doy una bocanada.

No sé si quiero que todos sepan que me he casado con Dash. Aún estoy pensándome si contarlo o guardar el secreto hasta que nos divorciemos.

Me llevo una mano a la frente sintiéndome febril.

Ay, dioses ancestrales, ¿en qué lío me he metido?

¿Por qué al principio lo veía tan sencillo y ahora que se acerca el momento de nuestro enlace todo es más dudoso y complicado?

Quiero ayudar a Dash. Quiero hacerlo. Él me necesita. Aunque me lo niegue y me diga que no me necesita, porque es un cabezota que no quiere dejarse ayudar.

Además, ya no hay vuelta atrás. Delante del doctor Oval me hice pasar por su esposa. Fue por impulso. Algo que nació con naturalidad dentro de mi ser.

Trato de regular mi respiración y que no me dé un ataque.

Mi cabeza empieza a funcionar a una velocidad de vértigo. Pienso y pienso. Y llegar a esa conclusión me parte en dos. Siempre creí que me casaría por amor. Que al menos los dos estaríamos loca e irremediablemente enamorados el uno del otro para querer sellar nuestro destino uniéndonos en matrimonio. Que encontraría al hombre perfecto que no le importaría mi pasado y mis defectos. Pero solo será un matrimonio de conveniencia, de apariencia, falso, o lo que sea esto. Desde hace dos días Dash está más callado y apartado que de costumbre. No sé si intenta castigarme con su indiferencia o huye de mí porque influyo en él de alguna forma. Preferiría lo segundo. Eso tal vez signifique que siente algo por mí.

Asomo una sonrisa entristecida.

Eso no es cierto. Pienso en mi fuero interno.

Los dos días se han ido volando. En un pestañeo. No me ha dado tiempo ni a reflexionar sobre esta situación.

Remembrance ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora