Juego Peligroso(Jim Moriarty)

Cuidando a Rosie(1/2)

Te levantaste tarde, si tenías un día de descanso tenías que aprovecharlo, en pijama fuiste a la cocina para preparar tu desayuno(más bien almuerzo) tocaron el timbre, así que caminaste adormilada hacia la puerta

- Mary -dijiste confundida.

- ¡hola ___! -respondió entrando con la pequeña Rosie dandote un beso- que cara de sueño

- recién me levanto -bostezas- buenos días pequeña -le sonreíste a Rosie- pasen -cargaste a la bebé.

- ¿cómo has estado? -preguntó Mary sentándose en el sofá para dos.

- Bien -dijiste haciendo jugar a Rosie- me dieron un día libre, por eso estoy en pijama y con cara adormilada

- nunca te dan días libres -dijo confundida.

- no, pero esta vez sí -te pusiste un tanto nerviosa.

- eso es bueno, y cuéntame ¿has conocido a alguien? -preguntó mientras te miraba con una sonrisa pícara.

- no, no tengo tiempo para eso -recordaste a Moriarty- conozco a alguien, pero no es ordinario, es... especial

- ¿es lindo? ¿Atractivo? ¿Sexy? -preguntó con emoción?

- mm... sí -recordaste la cara de Jim momentos antes de que te besara- es... es todo eso y más

- ¿en serio? -asentiste- wow, ya quiero conocerlo ¿me lo presentaras?

- cla... claro, cuando pueda lo haré -sonreíste nerviosa.

- esperaré a conocerlo entonces -su teléfono sonó- ah, casi lo olvido. Quería preguntarte ¿podrías cuidar a Rosie? Es que John compró entradas para el cine y no tenemos con quien dejarla

- pero claro que puedo cuidarla -sonreíste- me ofende que me lo preguntes, por supuesto que la cuidaré

- muchas gracias -te abrazó- eres fantástica, te debo una -sonríe- te preparé un bolso con lo que necesitarás -lo deja en el sofá- gracias

- no agradezcas, adoro cuidar a Rosie, es tan tranquila -sonreíste.

Ambas caminaron hacia la puerta, tú cargando a la pequeña Rosie.

- adiós, te llamó cuando la película termine

- claro, no te preocupes. Dile chau a mamá, Rosie -moviste lentamente su mano.

Mary la llenó de besos y se fue, entraste nuevamente a la casa, tomaste almohadas y las dejaste en el sofá grande para dejar a Rosie y que no caiga.
Tomaste juguetes para hacerlos bailar frente a ella sacándole sonrisas y pequeñas risas, tu teléfono sonó haciendo que te distraigas.

¿Estás lista? Estoy por enviar un auto por ti.
-JM

Lo siento, no podré. Tengo cosas que hacer.
-_R

Jim al recibir tu mensaje se levantó de la cómoda silla en la que se encontraba y llamó al chofer que se dirigía a tu casa

Llamada

- ¿señor? -preguntó el chofer.

- cambio de planes, ya no te necesito. Vete, tienes el día libre

- señor puedo preguntar algo ¿por qué su repentino interés en esa chica?

Jim sonrió recordando que tú fuiste la única que lo a enfrentado y amenazado a muerte, sabiendo que peligraba tu vida al hacerlo.

- no es como las demás -respondió.

Fin de la llamada

Le pusiste caricaturas a Rosie, una vez que pensaste que se quedaría tranquila y quieta fuiste a prepararle leche, sonreías escuchando los sonidos de alegría que hacía la pequeña al ver esas caricaturas infantiles. Frunciste el ceño una vez que sentiste un ruido, pensaste que tal vez quería gatear.

- ¡¿Rosie?! -gritaste y corriste con la mamadera en la mano.

Al entrar viste a Jim con un traje gris frente al televisor cruzado de brazos mirando a la bebé como si fuera una cosa de otro mundo.

- ni se te ocurra acercarte a ella -trataste de ir hacía la pequeña.

- alto -levantó su mano señalando que te quedes en el mismo lugar- ¿qué tan loco crees que estoy?

- lo suficiente, según lo que me han contado de ti -dijiste mirándolo y llevando tu mirada a Rosie.