En un mundo donde se desata una enfermedad que hace que los humanos se transformen en horribles criaturas, Émory Wester es voluntaria para conseguir la cura de la Siriasis para su padre. Ella es secuestrada y llevada a un lugar remoto del gobierno d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La segunda guerra mundial comenzó en el año 1939. Los grandes campos de concentración Nazi se convirtieron en la explosión de la casi extinción de la humanidad, cuando no solo se comenzaron a exterminar a los judíos, sino que también gracias a las grandes bombas radioactivas- entre otras cosas- que iniciaron una extraña enfermedad terminal; la humanidad comenzó a transformarse en horribles criaturas asesinas.
Las grandes potencias mundiales, contrataron a los mejores científicos y crearon una organización de "cazadores" para que estos los aislaran o mataran dependiendo de los resultados de cada experimento para llegar a una cura. La destrucción prevaleció durante los siguientes años, en los cuales las fallas de cada remedio y la necesidad de uno que funcionase; se hicieron más notables.
En el año 1944, el científico Erwin Michael Graham finalmente descubrió la cura de la "Siriasis" tomando un componente extraño en la sangre del individuo. El problema no se terminó de solucionar, ya que la inyección solo servía para algunas personas, con lo cual las potencias comenzaron a aprovecharse del dinero de los civiles.
Los sobrevivientes luchaban por hacerse de las pocas cosas que aún no estaban contaminadas e intentaban venderlas con el fin de conseguir dinero para la cura y una mejor vida. Sin embargo, una nueva disputa comenzó en las clases más bajas, impulsada por el instinto de supervivencia.
Finalmente, todo se arregló en 1945, cuando los científicos comenzaron a reclutar civiles con el fin de hacerles pruebas y seguir generando las inyecciones. A cambio de esto se les donaba el tratamiento contra la enfermedad.
