16- oscuras atracciones

126 12 10
                                    

No es un booktrailer porque me faltan cosas importantes y no me salen bien PERO les dejo este video que hice para darle un poco de vida a parte de la historia.
PD: algún día pediré que me hagan uno.

-¡Émory¡ ¡Émory ven aquí!- gritó Arthit mientras me perseguía por el campo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-¡Émory¡ ¡Émory ven aquí!- gritó Arthit mientras me perseguía por el campo. Los demás aún estaban en sus chequeos médicos a excepción de Ciro que también había intentado interceptarme en la cocina pero los enfermeros fueron en su búsqueda. No quería hablar con nadie, solo salir de allí lo más rápido que mis largas piernas me permitieran.

Comencé a correr pero él fue más rápido y me tomó del brazo, luego nos empujó a ambos con brusquedad para que nos sentáramos sobre el pasto.

-¿Qué pasó? Por favor habla conmigo Ory.

-¡No me digas así!- grité recordando lo ocurrido en la máquina.

Me sorbí la nariz y sentí sus pulgares limpiándome las lágrimas que mojaban mis mejillas. No sabía por qué se mostraba tan abierto al contacto físico de repente, pero sus ojos me miraban con total preocupación al ver que no paraba de sollozar.

-Cuando era pequeña tenía un amigo invisible llamado Shaeidy, no sé si es chico o chica- comencé a contar entre sorbidos- luego, cuando nos mudamos con mi abuela ese amigo imaginario desapareció porque ya no me sentía sola, ya no lo necesitaba-me tomé un momento para proseguir porque era difícil. Yo era mi propio monstruo y aquella parte de la historia no era tan fácil de contar, no era simple admitir lo que vivía dentro de mí y que de una forma u otra, yo comenzaba a entenderla y amoldarme a ella- cuando mi abuela murió eso me desgarró tanto que Shaeidy volvió, pero ya no era buena, sino que su voz me atormenta y sus pensamientos e ideas también. Podría escapar de mi cuerpo o controlarme, usa mi sangre y se la quita a los demás pero no sé qué es lo que puedo hacer con ella ¡Soy una maldita sanguijuela humana!- grité rompiendo en llanto nuevamente como una niña pequeña.

Arthit intentó abrazarme pero me aparté con brusquedad arrastrándome por el césped.

-¡No! no quiero hacerte daño con esta maldita oscuridad

Antes de que pudiese levantarme, Arthit tomó mi rostro entre sus manos, sus ojos lucían serios, pero no como siempre.

-Émory, mi poder es controlar la oscuridad y a los demás demonios. No puedes hacerme daño y si lo hicieras no me importaría- dijo calmado- mira mis ojos ¿Qué es lo que ves?

Cuando su mirada conectó con la mía nuevamente, fue como si algo invisible paralizara la sensación que tanto me atormentaba, los pensamientos dejaron de correr por mi mente de manera atropellada, pero no eran los míos, era los de ella o él. No moví un solo músculo sintiéndome temerosa ante su escrutinio y lo único que vi fue una profunda e infinita oscuridad.

Más allá de la negrura solitaria pensé que así se sentía su alma luego de haber tenido que matar a sus padres. Por eso sus actitudes eran como eran y tenía aquel poder no concedido por las inyecciones, que lo nombraba un emisario de la oscuridad. Sus padres se habían convertido en monstruos infectados y él había tenido que actuar antes de que lo matasen, ahora llevaba aquella culpa inminente como una carga sobre sus hombros y controlaba los impulsos de sed de sangre. No era la única.

ÉMORY: cuando los monstruos gritanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora