11- investigación

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Aléjenme de mi cuerpo, arránquenme de mi alma, pues soy mi propia muerte y estoy a punto de asesinar.~ Abby Green

Primero quiero agradecer a los nuevos lectores, sobre todo a quienes me comentan sus grandes teorías y sacan sonrisas con sus palabras de aliento ♡ mil gracias. Espero pasen bien y jamás se olviden de soñar, los pensamientos positivos abren puertas.

Cuando desperté fui directo a la colina y pasé toda la mañana anotando los trenes que pasaban y sus horarios, también hice un pequeño dibujo del terreno y ubiqué las cámaras que veía

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Cuando desperté fui directo a la colina y pasé toda la mañana anotando los trenes que pasaban y sus horarios, también hice un pequeño dibujo del terreno y ubiqué las cámaras que veía. Era un lugar amplio y todo estaba bastante escondido entre las frondosas hojas de los árboles, por lo que llevaba bastante tiempo poder encontrarlas. Finalmente el sol salió por completo y sus cálidos rayos comenzaron a adormecer mis párpados mientras almorzaba sobre el césped. Cuando volví a entrar ya era de tarde y le tocaba entrenamiento a Erick y Jolene.

Erick había tenido que tele transportarse antes de que una bomba explotara dentro del cubículo, le costó bastante y el gas fosgeno comenzaba a quitarle la respiración dejándole la piel rojiza. Los números rojos en el cronómetro parecían transcurrir con una rapidez poco justa pero lo logró. Luego de eso varios enfermeros y guardias lo rastrearon y salieron de la Industria para ir a buscarlo.

Ciro me explicó que le daban una pequeña descarga eléctrica y que esta vez, Erick había tenido que detener el tiempo, pero como no lo controlaba demasiado bien: se detuvo a él mismo en medio de la ciudad de Winston. Estaba atrapado en su propio tiempo y congelado.

Fue el turno de Jolene, quien se notaba preocupada por su gemelo, a decir verdad todos lo estábamos. Aquel día había dejado de utilizar sus prendas de lana brillante y llevaba un traje de entrenamiento negro y el pelo recogido en pequeñas trenzas africanas. No parecía ser ella misma.

Una vez más la puerta de acero se cerró detrás de sus rizos y nosotros quedamos expectantes mirando el ordenador.

- Bien, apagaré los parlantes y mi ayudante que está al otro lado de la casa dirá un número de acceso para que puedas salir- explicó Cipher con una expresión seria. Sus antiguas sonrisas ya no eran tan habituales- si no lo introduces antes de los cinco minutos un rayo de electricidad te matará.

Golpetée los dedos a mis costados mirando a la pellirroja. Sus manos estaban dentro de los bolsillos de sus pantalones como si no le importara lo que pudiese pasar. El cronómetro se encendió y los segundos pasaban con una velocidad mucho más rápida que la del entrenamiento de Erick.

Aquello era totalmente injusto, estaban llevándola a una muerte segura, pero no intervine porque sabía que una de las cosas que debíamos mantener, era el orgullo. Demostrar que cada uno de nosotros era capaz de seguir viviendo por nuestra cuenta.

Jolene se mantenía estática, parecía estar viviendo en otro mundo o no ver lo que estaba sucediendo. Sentí que la impotencia bullía en mi interior y Audrey soltó un insulto. La gemela no hacía si quiera el intento, sus ojos parecían vacios y carentes de interés.

ÉMORY: cuando los monstruos gritanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora