Awake

CAPÍTULO X

Entramos al Estadio y estaba casi lleno, seguramente habían más de veinte mil personas allí.

Una vez ahí, nos sentamos en la primera fila del sector A y hacíamos como si nada hubiese pasado, como si ese beso no hubiese existido.
Lo habíamos sentido y disfrutado, de eso no cabía duda, pero cuando el guardaespaldas nos interrumpió, sentimos un golpe de realidad, lleno de  frustración y vergüenza.

El concierto empezó y todas las fans, incluyéndome, nos paramos para ver la entrada de Ariana. Jin me miró y quiso hacerme burla, así que ambos estábamos parados saltando mientras él imitaba mis gritos y mis gestos de fan loca.

—¿Has venido alguna vez a sus conciertos? —me preguntó a los gritos mientras saltábamos.

—No, está es la primera vez. ¿Y tú?

—Sí, nos hemos visto en varias premiaciones y el año pasado también, cuando vine con Jungkook.

—¿Por eso le dijiste que podía venir cualquier otra vez?

—Exacto.

Nos sentamos nuevamente.
En la sexta canción, Ariana se acercó hasta la primera fila y nos cantó a todos los que estábamos en esa sección, así pues nos volvimos a parar muy entusiasmados.

Cuando Ariana estaba por ir al sector B, se detuvo súbitamente y entrecerró sus ojos para asegurarse de lo que estaba viendo. Parecía que había reconocido a Jin.
Él le sonrió y la saludó. Vi mucha emoción en los ojos de ella y sentí fuego salir por los míos.

Apenas terminó de cantar habló.

—¿Cómo la están pasando? —dijo fuerte y con el micrófono señalando al público.

Cada vez que terminaba de hablar, la voz de un hombre traducía todo lo que ella decía a través de un altavoz.
Los gritos de los fans llegaban a tal punto que me aturdían.

—Estoy muy feliz de estar aquí con ustedes. Son un público muy especial —más gritos se oían apenas el traductor terminaba de hablar.

—¡Levante la mano quién viene por primera vez! —muchas personas levantaron la mano y yo también lo hice.

—Saben, esta noche he visto rostros conocidos —los gritos no cesaban—. Quiero que le den un fuerte aplauso a un amigo que vino a verme. ¡KIIIM SEOKJIIIN!

El Estadio explotó en un grito sordo. Todas las personas que estaban allí se pararon y comenzaron a saltar y gritar su nombre al unísono, como un coro ensayado.

Él se paró de una forma muy natural y saludó con las dos manos, como si hubiese sabido que eso iba a pasar. Levantó sus brazos y, agitando sus manos, giró en todas las direcciones. Una cámara lo enfocó y su rostro apareció en la pantalla del escenario.
Miró hacia la cámara, y lanzó un beso con su mano. El público enloqueció,  gritando cada vez más fuerte mientras Ariana lo aplaudía muy divertida.

Yo no sabia qué hacer, así que solo atiné a sentarme y hundirme en el asiento mientras tapaba mi cara con la gorra. No podía, bajo ninguna circunstancia, aparecer en la pantalla grande.

Se suponía que esa era una salida anónima, pero por eso que habia pasado, ahora todo el mundo sabía que él estaba allí.

—Ven, sube —dijo Ariana extendiéndole la mano para que Jin subiera al escenario.

Jin aceptó, pero un hombre de seguridad de Ariana y el guardaespaldas de Jin se pusieron frente a él y le impidieron el paso.

—No está permitido, señor. No es seguro para ninguno de los dos.

—Oh, de acuerdo.

Chocaron los cinco y el volvió a sentarse.
Apenas me vió largó una carcajada.

—Relájate, yo soy el famoso —acotó volviendo a sentarse.

—Lo siento, es que no sabía qué hacer—lo miré de reojo avergonzada.

—Está bien, hiciste bien —me dio una palmadita en la espalda.

El concierto siguió y no volvieron a enfocar a Jin. Él se veía tan acostumbrado a estas cosas, como si le pasara todos los días.

Al principio estaba un poco incómoda y paranoica, no quería que nadie me viera interactuando con Jin, pero cómo vi que él estaba tan relajado, se me pasó. Seguimos cantando sus canciones y divirtiéndonos juntos.

Cada vez que él me miraba o me hablaba al oído, me estremecía. Su presencia era tan fuerte, que era imposible para mí no mirarlo u observarlo. De vez en cuando, él me pillaba haciéndolo y yo automáticamente desviaba mis ojos hacia el escenario.

En cuanto el concierto terminó, el guardaespaldas nos dijo que debíamos esperar un poco para que la gente no se aglomerara alrededor de Jin.

El de seguridad se acercó y le dijo algo al oído al guardaespaldas y ,acto seguido, éste se lo repitió al oido a Seokjin.

—¿Yo solo?

—Sí.

—Si no voy con ella, entonces no voy.

—De acuerdo, los dos —masculló el de seguridad un poco malhumorado.

Yo no entendía nada, así que solo miraba de un lado a otro mientras ellos hablaban.

—Ven, Ariana quiere saludarnos.

—¿SaludarNOS?

—Si, vamos.

Con su brazo rodeó mi cintura y me llevó hasta el camarín donde se encontraba Ariana. Era increíble cómo mi cuerpo reaccionaba a su toque. Mi corazón comenzó a latir rápido apenas su mano me rozó. Inspiré profundamente y lo seguí.