CAPÍTULO XIX

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Las llamadas de Seokjin no paraban de llegarme pero, apenas el teléfono sonaba, yo cortaba.

Realmente no quería hablar con él en ese momento.
Sabía que si le respondía, todo iba a empeorar. Así que, en vez de atenderle, le mandé un mensaje.

Suni
Por favor, ahora no quiero hablar.

SeokJin
Lo siento Suni, en verdad lo siento mucho. Sé que no quieres escuchar mis excusas, pero era algo importante.

Suni
Mañana hablamos.

Seokjin
De acuerdo...

Ni siquiera podía responderle ese mensaje.

Quizás suene muy egoísta, pero ¿Era algo más importante que pasar mi cumpleaños conmigo?
Ni siquiera tuvo la amabilidad de mandarme un mensaje. Podría haberme ahorrado el momento de verme como idiota esperando por él.

No tenía ganas de seguir hablando con él porque me sentía traicionada y dejada de lado.

Incluso, fuera verdad o no, ese artículo me había hecho sentir tan mal, que había despertado en mí mucha desconfianza.

No quería confiar en sus palabras ni aceptar sus disculpas, pero sabía perfectamente que él no tenía toda la culpa y eso me daba más bronca.

Era como estar enojada con todos menos con él, y eso me llevaba a estar más enojada con él. Qué mierda.

Pensaba mucho acerca de porqué me sentía de esta forma.

Primero pasamos dos meses sin vernos, después me llegaron los mensajes de odio. Todo esto seguido de un cumpleaños plantada y otro maldito artículo con un rumor.

Era demasiado para mí.

Yo, una chica completamente invisible en la sociedad, tratando de hacer una pasantía y llevar una vida normal, no estaba acostumbrada, ni mucho menos preparada, para pasar por todo eso durante una relación.

Mis relaciones anteriores habían sido muy comunes por así decirlo, y siempre se habían terminado porque yo era la distraída que no les daba suficiente atención.
Pero claro, esta situación era muy distinta, estaba de novia con alguien famoso. Debía comprender que su tiempo era súper limitado y que yo era ese 1% antes dicho.

Nunca había estado tan pendiente de alguien y eso hería gravemente mi orgullo. Toda la tarde había estado esperando a un hombre que nunca llegó.

Y a mi dignidad, ¿Alguien la vio?

Me daba más rabia saber que Hoseok e In-Jae ya me habían advertido de esto y, ciertamente, tenían toda la razón.
Lo peor era que sentía que todos tenían razón en cuanto a mi relación con Seokjin, menos yo.
Demonios, la impotencia que sentía era indescriptible.

¿Qué debía hacer? Si hablaba con él, sabía que con sólo mirar sus ojos iba a caer a sus brazos, pero no quería que eso pasara, porque sería engañarme a mí misma y también engañarlo a él.

Me dormí pensando en que al otro día debía levantarme como nueva para ir a trabajar y verlo. En el momento que me acordé de eso, maldije mi trabajo. Ni siquiera iba a poder trabajar tranquila.

Terminé durmiendo nada. Sólo dormitaba y me movía de un lado al otro tratando de callar mi mente.

Me levanté a las cinco de la mañana, con los ojos hinchados, ocho metros de ojeras y una cara que daba miedo.

Había tenido un sueño espantoso, donde SeokJin me dejaba por una mujer famosa que no tenía rostro, y se alejaban de mí riéndose.

Cuando caí en la realidad y supe que había sido un sueño, suspiré de alivio.

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