En cuanto abrí mi boca para hablar, entró súbitamente In-Jae, haciendo que mi boca cerrara del susto.
—Señor Jung Hyung, disculpe mi intrusión. No sabe lo que acaba de pasar.
—¿Qué pasó? —pude notar su mirada impaciente.
—Lo tiene que ver por usted mismo. En el piso treinta se encerraron dos empleados en una oficina y no quieren salir. Parece que fueron despedidos y se niegan a abandonar el edificio.
—¡¿Qué?! —gritó enfurecido y sin más, desapareció por la puerta.
—¿Es verdad? —lo miré aterrada.
—Si lo creíste, entonces quiere decir que soy buen actor.
—¿Por qué mentiste? Tendrás muchos problemas después por mi culpa.
—No te preocupes, Jung Hyung es mi amigo. Después hablaré con él.
In-Jae me había salvado. Si hubiese llegado sólo un segundo después, no sabría qué hubiera pasado.
Mis ojos se pusieron rojos y comencé a llorar. In-Jae me miró entre sorprendido y asustado.
—¿Qué pasa? ¿Estás bien?
—Claro que no, todo esto es horrible. Me siento muy sola, me llegaron amenazas de muerte y ahora estoy por perder la pasantía.
Tapé mi cara con mis manos para que no me viera llorar. Estaba muy avergonzada de mostrar esa parte débil y vulnerable de mí.
—Ven, vamos a otro lado.
Me sacó de la oficina y me llevó a una plaza. Antes de sentarnos en una banca, me compró algo dulce para beber.
—Tranquila, todo va a estar bien. Me tienes a mí. Más allá de todo, sabes que soy tu amigo.
Mi llanto se intensificaba más. Me abrazó por un costado y me dio pequeñas palmadas en la espalda.
—Desahógate, te hará bien llorar.
En silencio, mientras In-Jae me hacía compañía, yo lloraba.
Eran muchas cosas juntas. Extrañaba a SeokJin, había recibido amenazas de gente sólo por leer un artículo de cuarta y casi perdía la pasantía. Sequé mis lágrimas con mis manos y cuando me calmé pude hablar.
—Gracias Yeye. Gracias por lo que hiciste por mí, no tenía idea de qué hacer.
—Lo sé, por eso fui.
—¿Cómo te enteraste?
—¿Acaso no sabes que tengo un puesto importante allí? Me pierdes Suni —me hizo reír y él me miró satisfecho—. Eso es. Esa es la Suni que conozco.
—De verdad, gracias.
—Toma, es un chip con un nuevo número —lo sacó de su bolsillo y me lo dio en la mano—. Cámbialo ahora así no te llegan más mensajes.
—De verdad no sé cómo devolverte lo que hiciste por mí —recibí el chip y lo cambié.
:Sólo sé feliz. No permitas que otras personas te hagan daño. Tienes que mantenerte fuerte siempre.
—Gracias —asentí con mi cabeza.
—Vamos, te llevaré a casa.
Cuando llegamos a la esquina, pudimos observar que en la puerta de mi casa habían como veinte personas, entre fans y reporteros esperándome.
—Dios mío, ¿Cómo es que se enteran tan rápido? —pregunté al borde del llanto nuevamente.
—En el mundo hay gente loca... ¿Tienes otro lugar a donde ir? —estacionó el auto.
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Awake
أدب الهواةComenzar a trabajar como pasante en una empresa de entretenimiento llamada Big Hit, fue la mejor decisión que Suni tomó en su vida... o quizás fue la peor. Un famoso Idol está dispuesto a conquistarla, sin medir las repercusiones y consecuencias que...