Awake

CAPÍTULO XXIII

Mientras tomaba el desayuno, pensaba en que ya había pasado casi un año desde la vez que Jin me había besado antes de ese concierto.
Casi un año también, desde que vimos la primer nevada juntos.

Parecía que todo lo que había pasado había sido sólo un sueño, y no pude evitar ponerme triste.

Sabía que a su cumpleaños lo había pasado en América, mientras estaban allí para el tour.

Ese día habían hecho un vivo para festejar con sus fans, y yo lo había visto. No pude evitar sentir cierta nostalgia, porque quería saludarlo y estar ahí con él.

Quise mandarle un mensaje, pero no quería molestarlo.
Me habían despedido para no ser una distracción, y era justamente lo que yo no quería ser para él.

De vez en cuando, me ponía su buzo en mi casa, y de esa manera sentía que lo tenía un poquito más cerca.

También miraba las fotos que nos habíamos sacado juntos, pero tristemente, en ese momento me dolía verlas. Así que decidí guardarlas en la nube, y borrarlas de mi teléfono. Sentía que me torturaba viendo esos momentos felices.

Mis amigos de la universidad trataban de presentarme hombres para que me olvidara de mi ex.
Já, obviamente ellos no sabían quién era mi ex, sólo les había dicho que habíamos trabajado juntos.

Si hubiesen sabido que era SeokJin, hubiesen entendido que ninguno de esos hombres que me presentaban estaban a la altura Jin, y que ni siquiera le llegaban a los talones.

Todo el tiempo los comparaba con él y era imposible verlos lindos.

Para mí, Seokjin era el hombre más lindo, apuesto, atractivo y hermoso que había visto en mi vida.
¿Cómo pretendían que me gustasen esos hombres comunes?

Por eso, mis amigos se rindieron ante esa idea y dejaron de insistir con el tema. Así que, cuando salíamos, sólo lo hacíamos para ir a tomar algo.

En una de esas salidas, mientras tomábamos unas cervezas, veíamos que en la televisión pasaban un show de farándula.

Me acordé de todos los problemas que habíamos tenido con Jin por culpa de una revista de farándula, y resoplé rodeando mis ojos.

—¿Qué te pasa? —me preguntó curioso uno de mis amigos.

—No me gustan esos programas, siempre tratan de generarles problemas a los pobres famosos. No los dejan en paz, viven de los rumores y eso me enfurece.

—Los famosos siempre están expuestos a eso. Sus vidas ya no son privadas, y todos sus fans mueren por saber algo privado de ellos. Esos programas existen porque hay gente que los consume.

—Lo sé, lo sé —desgraciadamente, lo sabía más que nadie en ese bar.

Seguíamos charlando mientras escuchábamos a un reportero del show anunciar algo:

—Último momento, nos informan que la banda de K-pop Bangtan Sonyeondan, acaba de aterrizar en Seúl después de una gira de ocho meses.

Casi me ahogo con la cerveza y, mientras tosía, rápidamente miré la pantalla para escuchar con más atención.

—Buenas noches Eun Dan-Oh, en este momento estoy en el aeropuerto y los chicos están bajando del avión. Esperemos que puedan respondernos algunas preguntas.

La cámara enfocó una de las puertas del aeropuerto, y ahí lo vi. Después de ocho meses, SeokJin estaba en el mismo país que yo. No pude evitar sonreír y ponerme feliz.

Los paparazzis no paraban de sacarles fotos y preguntarles cosas. Ellos saludaron simpáticamente y finalmente subieron a sus autos.

—Chicos, me voy.