Shades Of Blue© [#1] KookV

14.No me mientas, eres un maldito.

Exaltado, lanzó su gancho, el cual atrapo el pie de SeokM mandándolo al suelo.

Ktt dio una mortal callendo a un lado.

—No tiene que ser asi.. Por favor.

—¡Tiene que pagar!

SeokM se libro del agarre del gancho acercándose a Ktt de manera lenta.

—Lo siento.

Su pie se estampó contra el estomago de el de mascara de lobo haciéndolo caer de aquel tejado.

Este volvió a lanzar el gancho, atorandose ahora en en un varandal de alguna ventana.

Se lanzo hacia arriba cayendo de manera limpia frente a SeokM.

—No hagas esto... No tienes porque hacerlo...

—Tengo que... El lo hizo..

Ktt vio a su amigo, lo entendia porque era a su hermana a la que habían matado. El estaría igual si algo le pasara a Soobin.

SeokM estaba furioso, adolorido. No podía pensar con claridad.

—No hagas eso.

El de cabellera azul, quitó su máscara de leopardo dejando ver sus ojos llenos de lágrimas.

—No lo entiendo... ¿Porque lo apoyas a el?, ¡Soy yo el que esta sufriendo!

—Lose, pero no podemos matar a JKiller.... Yo estoy seguro de que el no fue, solo dame un par de días para encontrar al verdadero culpable.

El mas alto mordió su labio asintiendo, mientras de manera lenta sacaba de su cinturón una bomba de humo adormitador. —Esta bien..

—Gracias, los demás no tardan en llegar.

SeokM se acerco a Ktt golpeándolo en la cara.

—¡¿Qué mierda?!— Grito, pero luego su vista se nubló por la bomba de humo que el otro había lanzado.

Cuando el humo se disolvió, no había nadie a su lado.

—Seok.. No puede ser...

Talló sus ojos mientras a lo lejos se acercaban los demas corriendo sobre los tejados.

—¿Dondé esta?

—El... Se fue, vamos. Esta decidido a acabar con JKiller.

—Entonces demonos prisa.

❮🔫🔪💣❯

SeokM se encontraba con JKiller de frente a frente.

—¿Tu quien eres?

El castaño no respondió a tal pregunta sacando un gran cuchillo de su bolsillo.

—¡¿Porqué?!— Grito apretando su agarre en el cuchillo, y acercándolo al otro —¡¿Por qué ella?!.. ¡¿Por que no yo?!

JKiller lo examino mientras ladeaba su cabeza, estaba confundido.

—No puedo entenderte.

Su tono de voz fue frío, gélido y despreocupado. Lo que hizo que el otro se alterar aun más.

—No me mientas, eres un maldito... — Soltó con dolor lanzando el primer ataque hacia el otro. Quien de forma ágil lo esquivo.