Pequeños escritos.
A veces siento una pequeña gotita de inspiración que toca mi mente, hay veces mi inspiración viene de todos lados,y no viene de ninguno.
¿Cuantas veces nos aferramos a algo, a alguien que no es ya necesario en nuestra vida? Un trabajo, una camisa, una casa, un auto, y sí también una persona amigo, novio, esposo, amante.
Ya no somos felices, tenemos más problemas que alegrías. Pero sufrimos de apego, de esa necesidad de tener algo nuestro, de no sentirnos solos. No reparamos que sufrimos y estamos estancados en algo que empieza a descomponer nuestra paz interior, llámese un auto o sea una persona.
Abramos las manos dejemos que las cosas se muevan, como se dice hoy, ¡que fluyan!, darles su tiempo su espacio en nuestra vida, corto o largo, cumplen su función no tengas duda de ello.
No soy partidario de andar soltando todo, soltar aquí y soltar allá, me quedare sin nada. Tampoco creo ya en esa frase cursi de mi juventud "Si amas algo déjalo ir..."
Creo, en esta etapa de mi vida en el presente, en el hoy, si lo vivo a plenitud, con honestidad, con amor, mi futuro será mejor; si cuido lo que tengo, con libertad y conciencia, con las manos abiertas, dejando correr, lo que podré sostener en ellas será más, que si las mantengo cerradas.
Lo que me pasa no es culpa de la vida, ni del sexo opuesto, ni del Universo, ni del Karma, mucho menos de Dios. Es consecuencia de mis actos, ¡de mí!, única y exclusivamente. Y por ello la vida, mi pareja, el Universo, el Karma me golpean tan fuerte o más de lo que yo lo hice.
Abre tus manos, quiere decir también ¡abre tu corazón al amor por ti! ¡Abro mi corazón por mi! No te lastimes más con el apego a algo, suelta lo que ya no sera.
Pero nunca dejes de luchar por aquello que te hace sonreír. Ve el espejo ahí lo encontrarás
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.