Capitulo 22. Marina

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Narra Marco
Cuando Marta se fue me puse las manos en la cara. Joder.
-Marco -me llamó mi padre- ¿Se puede saber que te ha pasado para que le hables así?
-Te has pasado, sólo te ha dicho gracias -dijo Igor.
-¿Tanto os preocupáis de ella? -les dije. Estaba enfadado. Mi padre y mi hermano cambiaron la cara, ellos también se estaban empezando a enfadar- Vale, perdón. Marina está embarazada.
-¿¡QUÉ!? -dijeron ellos con los ojos como platos. La noticia había caído como una bomba, para mí igual.
-¿Es tuyo? -dijo Igor.
-¿De quien si no? -dije sentándome en el taburete en el que Marta había estado sentada antes.
-¿Lo habéis hecho siempre con protección? -dijo Igor otra vez.
-Sí, que yo recuerde si -respondí y mi padre y mi hermano se miraron.
-Pues blanco y en botella -dijo mi padre.
-¿Qué?
-Marco tío, a veces pareces tonto -empezó a decir Igor- El hijo no es tuyo, estoy seguro. De todas las veces que te ha engañado pues se habrá quedado embarazada. Bueno, eso contando con que sea verdad y no sea otra de sus mentiras para que volváis juntos.
-Ostia -dije levantándome, seguro que llevaban razón- le voy a pedir la prueba de paternidad -dije y la llamé.
{Llamada}
Marina
Hola mi amor.
                        Marina, quiero la prueba de paternidad
¿Qué? ¿Por qué?
                      Quiero saber si ese hijo es realmente mío
¿No te fías de mí?
                            Después de todo lo que ha pasado, no
Está bien, llamaré a un médico
                                          No, no te preocupes, yo llamo
{Llamada}
Al terminar de colgar llamé al equipo sanitario de sanitas. Por ser quien soy tengo cita para esta misma tarde. Se lo dije a mi padre y mi hermano y le escribí a Marina un mensaje con la dirección y la hora.

Al llegar al centro de sanitas vi a Marina y nos hicimos la prueba. ¿Alguien se imagina a Marina de madre? Pobre niño.
-Ya está señorito Asensio, en tres días le llamaremos para comunicarles el resultado -me dijo la médica.
-Vale, muchas gracias -contesté.
Marina y yo salimos del centro y cada uno se fue por su lado. Ella me propuso ir a su casa, ya sé lo que quería, pero yo me negué y me fui a la mía.
Ya solo quedaba esperar.

¿Tú? ¿Otra vez? Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora