Sonreír Seguido

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Vacilante, el joven entra a la casa esquivando las llamas que esta largaba hasta subir por las escaleras. El humo nublaba su visión, lo que impedía buscarla fácilmente. Sin dudas, cometió un grave error. Apenas podía gritar el nombre de la chica ya que el humo se extendía por todas las habitaciones. 

Con suma precaución, subió por las escaleras hasta llegar al pequeño pasillo. Observo si había alguien, pero este se encontraba vacio. Siguió buscándola, sólo quedaban las dos habitaciones. El tiempo era escaso y el techo parecía caerse encima de ellos. Si él elegía la habitación incorrecta, perdería tiempo y ambos morirían.

Pocos segundos después escuchó una explosión en una de las habitaciones, al parecer el fuego alcanzó a tocar algo altamente inflamable. Si Angie se encontraba en la misma habitación en donde se escucho la explosión, posiblemente ya estuviese muerta.

Con angustia, se acercó a la otra habitación. Ya cerca de la puerta, él dio una embestida con su cuerpo hasta lograr abrirla. Y ahí la vió, tirada en el suelo desmayada. Verla de esa forma y en aquellas circunstancias provocó el arrepentimiento del joven. Fue la primera vez en donde admitió estaba mal de la cabeza.

Con rapidez se acercó a ella y la cargó en sus brazos, lo único que le quedaba era salir de allí. Con cuidado bajaron por las escaleras hasta llegar al primer piso, pero en esa trayectoria ella despertó desconcertada.

- ¿Que sucede? -preguntó mariada, apenas lograba abrir los ojos por la luz del fuego y del humo.

- Vamonos de acá.

Instantáneamente salieron al exterior. Sentir el oxigeno limpio aliviaba a los jóvenes. ¿Como le explicaría Kevin lo sucedido a Angie?. Si le decía la verdad, posiblemente no vuelvan a verse.

Y ahí se encontraban, cubiertos de humo mirando asustados la cabaña quemándose frente a ellos. Definitivamente, la vida puede llegar a ser mas mierda de lo normal. La confusión era mas notoria en la joven; ella no tenia idea de lo ocurrió, a diferencia de Kevin; quien sabia perfectamente lo que había pasado, o mas bien, lo que había hecho.

- ¿Que carajos pasó? -preguntó Angie completamente seria mirando la cabaña en llamas.

- No lo sé... -respondió él. Cada vez era mas difícil mentir.

- ¿Que mierda hacemos ahora?, si llamamos a los bomberos nos arrestaran por invadir la privacidad -dijo con cierto enfado- ademas, ¿como mierda van a llegar los bomberos hasta aca?

- Eso no importa, vayámonos -dijo caminado hacia una dirección decidido.

- ¿Vamos a dejar la casa quemándose como si nada? -dijo siguiendo su paso.

- Exacto.

Caminaron durante algunos minutos hasta llegar al mismo lago, Kevin quería seguir de largo hasta salir del bosque y volver a la ciudad; pero la joven se desvió del camino. Ahora su destino era el lago.

- ¿Que haces?, tenemos que irnos -dijo Kevin con los ojos en blanco viendo como ella se acercaba a la orilla del lago.

Kevin no era de aquellos chicos con paciencia.

- Hace unos minutos me bañé, pero se incendió la cabaña y volví a ensuciarme. No tenes idea de la indignación que tengo -dijo con una sonrisa. Era increíble como se tomaba Angie todo tan natural.

Kevin soltó una risa y se acercó a ella, que por cierto, estaba arriba de unas piedras gigantes. Típicas de la región en donde vivían.

- ¿y que vas a hacer? -preguntó serio.

Ella sonrió y se quitó la remera, dejando su torso desnudo cubierto únicamente por su corpiño. Sin previo aviso, tomó la mano del chico y se tiraron desde la gran piedra hasta el lago. Kevin asomó su cabeza hasta la superficie del lago y la miró un tanto serio.

- Enserio, ¿hacia falta? -dijo él con cara de pocos amigos.

- Así es. Ahora cambia esa cara -dijo ella hundiéndolo hasta el fondo del lago entre risas.

- No, tarada -dijo Kevin entre risas ya en la superficie.

Su cabello oscuro estaba completamente despeinado, Angie lo miró e instantáneamente se acercó a él chocando sus cuerpos. Esta le dedicó una sonrisa y acomodó el pelo de este.

- Deberías sonreír mas seguido, te ves mas lindo sonriendo -dijo provocando el sonrojamiento del chico. Nunca antes se había sonrojado, y menos por un comentario no destructivo.

- ¿Nos vamos?, antes de que se haga de noche y quememos otra cabaña -dijo el chico evadiendo el tema. 

Ella asintió y ambos fueron nadando hasta la orilla del lago. Nuevamente volvieron a estar mojados, y en ese momento, debían volver a sus hogares así.

- Mierda -dijo Angie ya en la orilla. 

- ¿Que pasó? -preguntó Kevin cansado, lo que mas quería en esos momentos era llegar a su casa de una maldita vez y dormir por horas.

- Deje mi remera en el otro lado del lago -dijo mirando la piedra que se encontraba a varios kilómetros de ellos.

Ya no volverían a buscarla, estaba demasiado lejos y la paciencia de Kevin cada vez se agotaba. En algún momento explotaría de la ira.

- Toma -dijo quitándose la camisa cuadrille y dándosela para que se cubra, quedándose en remera.

Ella la tomó y se la puso para continuar con el camino. No faltaban muchos minutos para salir del bosque, desde lo lejos lograban ver la autopista, lo que significaba que estaban llegando a la salida del gran bosque. Aun no podían creer que no se perdieron.



[ 𝐃𝐢𝐬𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐢𝐧 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝 ] KevangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora