Caminando entre la multitud, Kevin seguía bebiendo de su botella de cerveza. Su actitud era relajada y despreocupada. No tenia idea en donde se encontraba Angie, pero cada vez que pensaba en ella le restaba importancia.
Yendo para un sector un tanto vacio, siente como alguien le agarra del brazo. Creyendo que se trataba de Angie, se da vuelta. Pero desafortunadamente se trataba de un grupo de chicos y chicas.
- Miren a quien tenemos acá -dijo una chica de su colegio- al loquito asesino.
Kevin la miró neutramente y bebió del pico de la botella, acto seguido la apoya en la mesa que se encontraba cerca.
- ¿Asesino?
- No te hagas el boludo, sabemos que la mataste -dijo un chico metiéndose en la conversación.
- ¿Tienen pruebas? -preguntó él aun borracho.
- No, pero pronto las tendremos y te vas a pudrir en la cárcel -dijo la mejor amiga de la victima.
- Lo dudo, yo no hice nada -dijo Kevin acercándose a ellos.
- No te hagas el imbécil enfermito -dijo el chico furioso.
Alentado por sus amigos, el joven le mete una piña a Kevin. Antes de que este pudiese reaccionar, varios se metieron a la pelea y comenzaron a golpearlo fuertemente. Tal vez se lo merecía, él sentía que se lo merecía. Los golpes ya no dolían. Sentía como su cuerpo se adormecía por los fuertes golpes. Eran incontables, como sus propios errores. Aquellos golpes fueron como su castigo. El karma quizás.
Los jóvenes se alejaron del chico y se fueron como si nada hubiese pasado. Kevin permanecía en el piso, estaba moretoneado y su cara sangraba. Su rostro era serio y su mirada apuntaba a la pared que tenia enfrente. No se levantó, ya no tenia fuerzas.
El amanecer llegaba y los invitados se iban yendo, cada vez eran menos lo que estaban. Martín se levantó del piso confundido y comenzó a buscar a los dos chicos. Pero no los encontraba. Luego de un par de minutos, Angie bajo por las escaleras ya descansada, al parecer había dormido durante toda la madrugada.
- ¿Y Kevin? -preguntó ella desde las escaleras mirando el desorden que había en la casa.
- Creí que estaba contigo -dijo Martín acercándose a ella.
Ella lo miró confundida y bajo de las escaleras. Ambos lo buscaron por el patio hasta encontrarlo ensangrentado en la cochera. Estaba sentado en el suelo con la mirada fija en la pared, como si estuviese pensando. Al verlo en esas condiciones, ambos se acercaron desconcertados a él.
- ¡¿Que te pasó?! -preguntó la joven mientras le limpiaba la sangre cuidadosamente.
Él chico no respondió, ni siquiera la miró a los ojos.
- Martín anda a limpiar todo, yo me quedo con él y luego te ayudo -ordenó Angie.
Martín solo asintió y se adentro a la casa. Ella miró confundida a Kevin, quería entender la situación, pero el chico se rehusaba a hablar. No dijo ni una palabra, ni siquiera la miró.
- Necesito que me cuentes lo que paso -insistió la chica.
- No paso nada.
- ¿Acaso vos solo te hiciste eso?
- Fue solo una pelea, estábamos borrachos -dijo el chico levantándose de su lugar- enserio, no pasa nada- negó para finalmente entrar a la casa.
Quería creerle, pero sabia que algo no encajaba. Sentía que algo le decía que paso otra cosa, y que no fue por pura borrachera. Aun confundida, se levantó del suelo y lo siguió. Pero el chico cerró fuertemente la puerta, como si estuviese enojado. Realmente enojado.
ESTÁS LEYENDO
[ 𝐃𝐢𝐬𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐢𝐧 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝 ] Kevangie
FanfictionDos jóvenes que intentan llevar una vida normal a pesar de sus traumas y problemas familiares, ¿que tan fácil es encajar en un mundo desquiciado cuando nuestra propia mente es nuestra mayor enemiga?