Cambiar el futuro

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Los investigadores habían solicitado la presencia de los amigos mas cercanos de la chica, entre ellos estaban Angie y Kevin. El turno de la chica estaba por llegar, por lo que le habían dicho le harían un par de preguntas.

- ¿Sabes algo de Maia? -preguntó su novio quien estaba a su lado. No le harían preguntas a él, simplemente estaba acompañándola. 

- En el hospital, no sé que pasará con ella -respondió con la mirada baja.

- No fuiste al baño -cambió de tema- te vi con Kevin minutos antes del disparo.

- ¿No puedo hablar con él? -levantó las cejas.

- Por lo menos quiero que me digas la verdad. Es obvio que fueron mas que amigos.

- ¿Y que con eso?

- Si sentís algo por él simplemente cortame...

Ella lo miró durante unos segundos con un rostro neutro. No tardó en llegar a una decisión. Se acomodó en la silla y con un tono de voz relajado dijo:

- Bien, terminamos -realmente no sabia lo que sentía por Kevin, pero tenia en claro que ya no quería a su novio. Según ella, si las parejas empiezan así... las cosas no terminan bien.

- ¿Que? -preguntó confundido.

- Es lo que pediste ¿no?

- ¿Sentiste algo por mi en este corto tiempo?

- No, pero tenias auto.

- No deberías estar con nadie -dijo levantándose- ilusionas a las personas y luego las dejas tirada como si no valieran nada, sos una mierda Angie.

- Lo sé -admitió mirándolo a los ojos.

Él simplemente se marchó de la casa enojado y un tanto triste, la chica sintió un poco de pena por el chico. Es decir, fue un buen novio el poco tiempo que estuvieron. 

Ella de alguna manera sentía que lo dejaba libre. Angie sabia perfectamente que en varios momentos se convertía en una persona de mierda. No se podía esperar mucho de una chica con emociones complicadas. La vida era demasiado corta como para esperar a alguien que no sabe lo que quiere.

Rápidamente dijeron su nombre y entró a la habitación en donde unos policiales interrogaban. Según ellos, Maia tenia problemas con ciertas personas. Tal vez había estafado a alguien y fue una simple venganza. Mejor dicho, un intento de venganza.

Kevin se levantó de la silla y se fue, su turno había terminado y podía irse. Caminó hacia la puerta y cuando la abrió vio al antiguo novio de Angie fumando en el patio delantero. Kevin lo miró por algunos segundos y caminó hacia la calle, pero el otro chico se acercó hacia él.

- Kevin ¿verdad? -preguntó el chico.

Kevin no intentó hacer demasiado contacto visual con él, simplemente asintió.

- No te conozco, pero no soy ningún boludo para no darme cuenta que hay algo entre vos y Angie -dijo  soltando humo del cigarrillo por su boca- igual ella y yo no somos nada.

- ¿Eso querías decirme? 

- No. Te daré un consejo, de hombre a hombre. Lo mejor es que te alejes de esa chica, es una perra loca. No digo que también estés un poco chiflado... pero bueno.

- Como se nota que no la conoces -rió Kevin- no tenes idea de todo por lo que pasó, ni por lo que pasé yo. Ahora dejame a mi darte un consejo: deja de ser tan resentido con las personas.

No dijeron mas nada, Kevin simplemente se fue a su casa.

Pensaba en muchas cosas, en especial las palabras de aquel repulsivo chico, quien hablaba por hablar. No sabia exactamente la razón por la cual habían cortado, aunque tampoco le importaba.

Abrió la puerta de su casa, al parecer estaban solo sus hermanos. Caminó por la escalera y estuvo a punto de abrir la puerta de su habitación, pero un pequeño tirón en el borde de su buzo llamó su atención. Bajo la mirada y logró ver a su hermanito, quien tenia un dibujo en sus manos.

- ¿Que queres? -preguntó serio.

- Toma -dijo extendiendo un papel con un dibujo de toda la familia- para vos.

El chico sin decir absolutamente nada, agarró el dibujo y entró a su habitación dejando la puerta abierta. Su hermanito lo miraba desde el marco de la puerta haciendo un gesto de "puedo entrar".

- Veni -dijo Kevin por lo bajo sentándose en el borde de la cama.

El niño sonrió y se sentó en la cama al igual que él. A pesar de la mala actitud de Kevin, el niño lo quería de todas formas. Cuando queres a alguien lo queres como es, incluso con sus defectos.

- Perdón por tratarte así -se disculpó- es que... cuando veo a niños me hace recordar cuando yo lo era. Mi infancia no fue la mejor de todas -expresó el chico.

- Mami me lo dijo -confesó el niño- no entiendo mucho esas cosas, pero sé que sos fuerte. No cualquiera vive con ese pasado -dijo provocando la sonrisa de Kevin.

- No quiero que la tuya sea igual a la mía -sonrió de lado- no volveré a tratarte así de mal. Tal vez no sea tan facil acostumbrarme a que tengo un hermano menor, pero lo intentaré.

- Te quiero -dijo él niño abrazándolo.

- Yo también -sonrió- anda y mostrale tu dibujo a tu hermano.

El niño obedeció, tomo el dibujo con una sonrisa y salió corriendo en busca de su otro hermano.

Kevin se acostó en la cama con la mirada en el techo y comenzó nuevamente a pensar. Antes su cabeza siempre pensaba, tanto que hasta los pensamientos se mezclaban entre si y las voces lo distraían provocando un caos. Pero esa vez sus pensamientos fueron mucho mas ordenados. No sabia cuando ocurrió ese cambio en su mente, pero de todas formas le gustaba. Se sentía mas libre y que podía tomar mejores decisiones, y sin duda, el buen trato hacia el pequeño fue una de ellas. O por lo menos él consideraba eso.

Estuvo tanto tiempo pensando en su pasado y dejando pasar el presente. Ya no quería eso. Se rehusaba a que su pasado siga consumiendo su presente y su futuro, era momento de frenar su pasado y superarlo. Si no lo hacia a tiempo, su vida seguiría siendo una miseria.

"No se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó, pero si se puede hacer mucho para cambiar lo que viene".

Aquella corta frase la escuchó en la institución de salud mental. Y no, no fue dicha ni por un psicólogo ni psiquiatra; sino por un chico bastante loco e impredecible que estaba siendo tratado en la misma institución. Alguien que a pesar de su locura, tenia toda la verdad del mundo. Aquel chico se hacia llamar Vudú, aunque no era su nombre. Kevin no sabia mucho de él. Cuando la gente intentaba preguntar su pasado, él simplemente decía: "pasado pisado, ya no me importa. Lo importante es el ahora" .

Tiempo antes de que Kevin se fuera, unos médicos agarraron de los brazos a Vudú y se lo llevaron en una camioneta luego de que él gritara por los pasillos: "no intentan mejorar mi salud, intentan convertirme en uno de ustedes para luego formar parte de una sociedad corrupta".

Nunca mas supo de él. Aunque todas sus palabras permanecieron en la mente de Kevin, quien pensaba cumplirlas y aprender de ellas.





[ 𝐃𝐢𝐬𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐢𝐧 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝 ] KevangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora