Capítulo 7: Bulma

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A medida que Krilin se detenía en el estacionamiento del pequeño bar, lo único que podía pensar era que Vegeta y posiblemente Goku iban a desollarlo vivo una vez que se enteraran de que había dejado que las tres arpías le convencieran de llevarlas fuera. No había ningún club al que las chicas pudieran ir, por lo que había sugerido amablemente un bar.

Sí, pensó Krilin. Caminé directamente a la trampa.

—Esto va a ser genial. —Milk sonrió cuando abrió la puerta y bajó del Hummer.

—Estoy bastante segura de que tendré una actitud más positiva una vez que me hayan presentado a este maravilloso amigo que se llama vodka del que he escuchado tanto en este país —se quejó Bulma.

—Definitivamente nada de bebidas —anunció Krilin.

Las tres chicas se detuvieron a medio paso y miraron a Krilin, la una a la otra, y luego rompieron a reír.

Krilin gruñó, lo cual solo les hizo reír más. Esta era una muy mala idea, pensó Krilin mientras abría la puerta del bar. El interior oscuro se iluminó brevemente por la luz de la calle y el sonido desde el interior llenó la noche mientras las chicas entraban con Krilin en la retaguardia.

Las tres chicas se detuvieron y permitieron que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad. Entonces Bulma tomó la iniciativa y se dirigió directamente a la barra. Krilin aceleró el paso y la encontró allí al mismo tiempo.

—Oye, Liam —se dirigió Krilin al camarero quien era también un miembro de la manada—. Nu alcool pentru art.hot trei mosqueteras (Nada de alcohol para las tres mosqueteras)

Bulma se volvió hacia Krilin. Levantó una ceja y sonrió con malicia. Krilin tragó, no le gustaba la mirada en los ojos de la loba-sin-importar-cuán-latente-estuviera.

Bulma se volvió a mirar a Liam y sonrió cálidamente.

—Oye, Liam. Te he visto alrededor de la mansión, pero no creo que nos hayan presentado formalmente. Soy Bulma, y estas son mis dos mejores amigas, Milk y Pan. —Las chicas sonrieron y saludaron.

Liam les dio un guiño, haciendo que se sonrojaran. Ese guiño fue todo el ánimo que Bulma necesitó. Se inclinó más sobre la barra y batió sus pestañas al joven lobo.

—Así que, hemos estado esperando una noche de fiesta para, ya sebes, relajarse. ¿Seguramente puedes ayudar a una chica?

Liam sonrió ampliamente, luego miró a Krilin quien estaba diligentemente tratando de mirar al lobo en sumisión. En gran medida para diversión de Bulma, Liam le guiñó un ojo a Krilin.

—No creo que una pequeña bebida vaya a doler mucho, Krilin.

—Tenemos dieciocho años, después de todo —intervino Bulma.

Pan levantó la mano.

—Bueno, yo no...

Bulma golpeó su mano hacia abajo antes de que pudiera terminar.

—Pan es mayor y odia ser agrupada con nosotras las mujeres más jóvenes —encubrió mientras miraba a Pan fulminante, desafiándola a contradecirla.

Pan miró a Milk, quien simplemente se encogió de hombros.

Bulma se volvió hacia Liam, otra vez sonriente.

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