Epílogo

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Vegeta reunió cuerdas, linternas y agua. Liam estaba esperando junto con Goku, Ten Shin Han y Krilin.

—La manada de Frost se largó con él —anunció Goku.

Vegeta gruñó.

—Vamos a tratar con él una vez que Bulma esté a salvo.

—Bardock y Gine están bajo vigilancia. Deben estar lo suficientemente seguros aquí, por ahora. —Las palabras de Krilin fueron arrasadas cuando gritos estallaron desde el pasillo.

Los cinco machos corrieron hacia los gritos y chillidos. Natasha corría hacia ellos.

—¡FUEGO! Han puesto la mansión en llamas.

Vegeta siguió moviéndose hacia las habitaciones que ahora tenían humo saliendo de ellas.

—Natasha asegúrate de sacar a Pan y Bulla. —Le dijo Vegeta mientras seguía corriendo. Luego se volvió hacia los machos corriendo a su lado—. Vayan a través de las habitaciones y asegúrense de que todo el mundo esté fuera —gritó él por encima del rugido de las llamas.

El fuego estaba engullendo todo en su rápido trayecto, demasiado rápido, como si algo le diera poder.

Más gritos llenaron la mansión y, una vez que las habitaciones superiores habían sido comprobadas, se dividieron a través del resto de la casa.

—¡Saquen a todo el mundo, ahora! Goku, tú vienes conmigo. Vamos a buscar a Bardock y Gine.

Vegeta estaba corriendo mientras gritaba sus órdenes. Gruñó mientras las llamas se arrastraban como demonios del infierno por las paredes.

—Algo en todo esto está mal, Beta. —Goku expresó los pensamientos de Vegeta en voz alta.

—Magia —murmuró Vegeta—. Magia negra.

°•°•°•°•°•°

Bulma luchó por respirar, entrando y saliendo de la consciencia. En algún punto intentó moverse, pero el dolor era tan grande que se había desmayado. Algo la había despertado, un ruido, tal vez. Estaba oscuro y muy frío.

Oyó un forcejeo muy por encima de ella. ¿Un animal? ¿Una persona?

—¿Hola? —Su voz era ronca—. Por favor, ayúdame.

—¿Cuál es tu nombre?

Bulma oyó la voz femenina desde algún lugar arriba y casi sollozó ante el sonido.

—Soy Bulma.

—Hola, Bulma. —La voz era tan calmante y reconfortante, que le daban ganas de acurrucarse en una pelota y dormir—. Mi nombre es Maron...

Fin...

Solo Una GotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora