Capítulo 11: Bulma

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Bulma, Pan, y Milk pasaron las siguientes cuatro semanas aprendiendo sobre las diferentes manadas que iban a estar presentes en El Encuentro.

Aprendieron los nombres de los Alfas y sus compañeras, si tenían una. Aprendieron sobre las diferentes tradiciones y prácticas de las manadas. Bulma encontró interesante que aunque había algunas cosas que eran universales en el mundo Canis Lupis, las manadas eran muy individualizadas.

Ahora quedaban dos días antes de partir hacia los Alpes de Transilvania y ellas, junto con otras tres hembras sin pareja y ocho machos sin pareja, se encontrarían en la gran sala de reunión de la mansión para aprender a bailar.

—No necesito lecciones de baile —murmuró Bulma en voz baja mientras permanecía de pie con Pan y Milk contra la pared del fondo.

—Creo que Bardock quiere que el baile sea clasificado apto para todo público —bromeó Milk.

Bulma fingió indignación.

—Disculpa, pero mi ropa permanece en su sitio.

—La mayoría de las veces —murmuró Pan, estallando en risa junto a Milk.

—¡Oh, VAMOS! ¡Fue solo una vez! —gimió Bulma—. Lo juro, pierdo la ropa en una fiesta una vez y nunca dejarán de recordármelo.

—Oooh, ahora esto suena a lo mío. —Natasha, la loba que había hablado en la reunión de la manada, llegó rebotando con otra chica—. Oye, no hemos sido presentadas formalmente. Soy Natasha y esta bestia es Caulifla. —Ambas chicas mostraron sonrisas amistosas.

Aunque Caulifla no era realmente una bestia, era muy alta. De pie junto a la pequeña Natasha, ciertamente calificaba como una especie de bestia.

—Hola, Natasha. Soy Bulma. Estas dos tontas son mis mejores amigas, Pan y Milk.

Ambas chicas desnudaron sus cuellos brevemente a Milk. Se había explicado durante una de sus clases que, aunque Milk no sostenía ningún poder real en este momento, la manada debía mostrar su respeto por su lugar con muestras de sumisión, como desnudar sus cuellos.

Milk dio un solo movimiento de cabeza en reconocimiento a su sumisión.

—Así que, ¿están listas para el Festival de Machos 2010? —les preguntó Bulma.

Natasha sonrió.

—¿Festival de Machos?

—Parecía mucho más del siglo XXI que "El Encuentro".

Natasha dio un codazo a Caulifla.

—Te dije que serían geniales, ¿no?

Caulifla sonrió.

—Sí, jefe. Lo dijiste. —Miró a Bulma con complicidad—. Ella dijo que cualquiera que pudiera hacer de Vegeta todo un manojo de nervios como tú lo haces tiene que ser genial.

Bulma no solo se rió de eso, ella se carcajeó.

—Él hace que sea muy fácil.

Natasha sonrió con ella y agregó:

—Para que lo sepas, no sé lo que hay entre ustedes dos, pero ni yo ni Caulifla tenemos planes para él.

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