Capitulo 11 La marca

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Jade

Ahondamos en el beso, nuestras bocas se fundían como si fuesen una sola. Una extraña corriente recorría todo mi ser, era tan diferente a cuando estoy bajo los efectos del celo. Aun estando en el rio siento que necesito estar aferrada a Axell o de lo contrario me dejaría caer.

Sus labios bajan desde mis labios, pasan por mi barbilla y se detiene en mi garganta para luego seguir hacia mis senos. La abrumadora sensación arrebata la poca cordura que ambos poseemos, en este momento solo quiero estar unida a él.

Desprende con gran destreza mi sostén para tener más libertad a la hora de brindarle atención. Después con un poco de trabajo rompe mis bragas, y sus intrusos dedos juegan con mi centro, con ese ritmo tan característico de él, no se detiene hasta que alcanzo el cielo con mis manos.

Ese deseo que nos envuelve es tan diferente a la lujuria que he sentido anteriormente, se podría decir que no puedo excusarme en este momento con el calor porque en verdad lo deseo con todo mi ser.

Guía mis caderas y con un movimiento limpio entra en mí, nuestros gemidos se mezclan y van en aumento por cada embestida. Nos acoplamos al movimiento de las aguas que chocan con nuestro cuerpo, de esta misma forma nuestros cuerpos emiten ese sonido de placer que llega hasta los tímpanos de los oídos.

En este lugar mágico nos olvidamos de todo, los pájaros se unen con su trinar, el rio sigue su curso chocando contra las rocas que sobresalen y los arboles se dejan llevar del viento. Mientras en nuestro mundo buscamos la cúspide hallándola juntos en el preciso momento.

Coloco mi cabeza en su hombro, me sostiene fuerte y nos saca del rio. Aun inmersa en la increíble sensación no me doy cuenta cuando yacemos acostados en un montón de hojas secas bajo un árbol frondoso que nos proporcionaba bastante sombra.

La tranquilidad del lugar nos envuelve, el cielo con sus nubes que forman diferentes formas. Entre pláticas el día va pasando, el sol se está por esconder dejando a su paso una hermosa puesta de sol. Uno de los mejores atardeceres que he visto, y con una buena compañía.

- Es hora de irnos.- Axell me saca de mis pensamientos.

- Si, vámonos.

Una fuerte brisa estremece mi cuerpo provocando que abrace mi cuerpo intentando entrar en calor. Axell me abraza dándome de su calor, como quisiera permanecer eternamente en sus brazos. Se quito su tshirt y me lo coloco.

Una vez se quito su ropa y me la entrego se convirtió en lobo, me subí en su lomo y recorrió el camino por el que vinimos. Sentí la vuelta más rápida, como que lo recorrimos en poco tiempo. Pero bueno dicen que cuando el cerebro ya conoce un lugar se le hace más corto el regreso.

Entre a la cabaña, me dirigí a mi habitación quitándome la ropa mojada y es cuando me percato que Axell me debe mis ropas interiores, el tonto me rompió mis bragas y mi sostén dejo que la corriente se lo llevara. Yo lo mato.

"Claro, ahora sí. Pero en el momento ni te importo". Como siempre de inoportuna mi consciencia.

Bloqueo sus insinuaciones con el agua que cae de la ducha, no puedo permitirme pensar en los sentimientos que me puedan unir o no a Axell. He decidido que me alejare de él, solo estaré junto a el por este celo pero terminando esta temporada justo en ese momento me esfumare de su presencia.

Si le doy potestad puede ser esa persona que puede destruir la poca estabilidad que hay en mi vida.

Solo debes soportar por lo menos cuatro días o una semana más. Y todo volverá a la normalidad, con mi familia disfuncional.

Axell

Después que llegamos a la cabaña cada uno fue a su habitación, bajamos a preparar la cena pero siento tan distante a Jade. Es como si hubiésemos retrocedido mucho en tan solo unos segundos.

Intente sacarle conversación pero solo me contestaba con monosílabos, la verdad ya me estaba estresando esta situación. Es que no comprendo que hice para que me trate de esta forma.

- Que sucede Jade?

- Umm, nada.

- Nada, claro que algo te sucede. Solo me contestas con monosílabos y estas muy cortante y tú no eres así.

- y ¿cómo soy? ni siquiera me conoces, y no tengo nada.- me quede observándola sin dar crédito a sus palabras.- si no me quieres creer halla tú. Me voy a dormir, buenas noches.

- Buenas noches.

Frustrado me levanto y salgo al jardín, necesito toda la paz que este lugar me pueda brindar. Me siento como si estuviera caminando en círculos en vez de seguir recto. Es como de esas situaciones cuando sabes lo que tienes que hacer pero no encuentras la forma cómo lograrlo, habrá acaso una formula o una ecuación que me ayuden en el camino que debo recorrer.

Porque esto del amor es tan complicado o es que nosotros así lo hacemos. Debería ser más sencillo, conoces la persona que amas y que ella te ame. Pero no si esa persona no te ama no te conviene o algo sucede, la cuestión es que si no hay obstáculo no hay historias de amor. Aunque he conocido parejas que no han tenido que afrontar barreras, es como si todo se lo han concedido por ser mejores que uno o porque han sufrido tanto en otras áreas que han sido recompensados.

No sé cual será mi situación, quizás en la otra vida fui alguien muy cruel que esto me este pasando. O puede ser que me lo merezco.

Me recuesto en el pasto a observar la luna, recuerdo que de pequeño mi abuelo nos sacaba al jardín a contemplar este majestuoso astro. Una vez me dijo que cuando sintiera que ya no tuviera fuerzas que mirara la luna, que depositara todas mis preocupaciones en ella y que con su luz y belleza ella me concederia mi mayor anhelo. En este momento solo logro pensar que si me ayudara a conquistar a Jade seria el hombre lobo más feliz de todo este planeta.

Suspiro y me encamino a mi habitación, de alguna manera mis sueños se harán realidad solo debo tener paciencia.

***

Escucho mi nombre en la voz de mi adorada luna. Siento sus labios presionar sobre mi espalda.

-Axell.- me remueven y abro mis ojos encontrándome una diosa visitando mi humilde morada.- por fin despiertas.

Sonríe y me besa, doy la vuelta acomodándola en mi cuerpo. El puro deseo hace mella en nuestros cuerpos, necesitando satisfacernos el uno al otro. La desvisto dejándola desnuda ante mi, nos di la vuelta aprisionándola entre mi cama y mi cuerpo.

La bruma de la pasión del momento era tan intensa que no estábamos para juegos previos, quizás por las horas que nos habíamos contenido esta abrumadora necesidad se había apoderado de nuestras mentes. Solo queríamos sentir la piel del otro.

Entre suavemente en su cavidad, a pesar de la apremiante lujuria quería demostrarle que en verdad mi cuerpo la quiere y no por la temporada. Con cada embate, beso y caricia le quería demostrar que es todo para mí. Tan sumergido en el nuevo ambiente que paso de una lujuria intensa a algo más suave, en este momento no estábamos teniendo sexo estábamos haciendo el amor.

Su dulzura y su toque rompieron mi restricción y hice lo que nunca pensé hacer de esta forma. Mis colmillo se incrustaron en su hombro y sentí los suyos perforar mi hombro, todo careció de sentido con la sensación de plenitud que se apodero de nuestros cuerpos. Cerramos las respectivas heridas, nuestros cuerpos sudorosos aun no tenían un final necesitaban estar mas tiempo unidos. Dimos rienda suelta a nuestra pasión, queriendo dejar para después esa conversación que sería tan agridulce.



CelesteFer

ERES MI LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora