Capitulo 18

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Christian voló en su Audi, en cuanto Ana le hizo la sugerencia mas atrevida que en su vida iba a tener, mierda llevaba los nudillos blancos¡¡

Ana mordia su labio pensando como sería su primera experiencia en esa parte tan tabú que todo el mundo hablaba, Christian derrapo el auto y bajo como alma que lleva el diablo, le abrió la puerta a su novia y la tomó en brazos para correr al ascensor.

-Christian¡¡ basta¡¡ no corras¡¡¡- decía entre carcajadas y excitada por lo que se venía.

-Nena estoy a punto de enloquecer y no me pidas calma, sabes lo que me darás?- Ana asentía con su cabeza.

- Lo sé, pero contestame algo antes.- iban casi llegando al departamento de Christian cuando sonó el ping y entraron aún con novia en brazos.

-Dime morena que pasa? Chistian la besaba lento y mas calmado.

- Tu....Hummm....tu lo has hecho antes? Bajo la mirada Ana un poco avergonzada.

-Mirame Ana, no, es la primera vez y estoy feliz que seas tú, serás toda mía Anastasia Steele.

Ahí comenzó la lluvia de besos, pues Ana traía su mochila y ropa de cambio en el auto de Ethan que sacó antes de ir con su novio. Todos sus hermanos tenían vehículos. Saco la bolsa de compras de la tienda online de Sex Shop y la llevaba en la mano con dirección a la habitación de Christian sin dejar de besarla y llevarla en brazos.

- Ahora preciosa te haré el amor y después serás completamente mía.-

Comenzaron lentamente a sacarse la ropa, una calma que sólo hacían que sus respiraciones fueran más altas, se escuchaban sólo sus gemidos y murmullos en esa habitación. Ana le besaba el cuello a Christian y este tenía la excitación a punto de volverse loco.

Lentamente hizo chocar a Anastasia en su cama, esa cama que era sagrada para él, ahí no entraban mujeres, la única sería su morena, ella subió más arriba empujandose con sus pies. Christian le besaba el pie, subiendo por la pierna y su muslo interior, llegó a su sexo, oliendo su excitación, Anastasia estaba mojada, puso una mano en su seno y lo comenzó a masajear de un lado y del otro, siguió más arriba por su clavícula dando unos pequeños mordiscos que levantaba el cuerpo de Ana de la cama.
Se devolvió en camino a su cintura y beso el lunar de su cadera, para esas alturas Anastasia ya pensaba sin cordura, la lujuria se hacía presente.

-Mirame morena-. Christian subía una pierna y la ponía sobre su hombro para comenzar a succionar su intimidad, mordia y lamia bebiendo de Ana toda su excitación. -Vamos nena, morena preciosa, correte.-
Ahí estaba el clímax porque el que Anastasia quedaba lánguida del orgasmo, Christian ya completamente erecto la penetró; con cuidado, sin apuros, haciéndola que se mojara más si podía, ella era estrecha y con su interior caliente esperaba poder resistir para poder tener la dicha de poseerla por completo.

-Morena te voy a poner de rodillas para poder preparte, te quiero completamente mía y sin dolor, sólo placer, está bien.- Ana asintió con un movimiento de cabeza, se giró y quedó en la posición que le pidió Christian; tomó la bolsa que habían dejado en la mesita de noche y encontró el lubricante y el tapón anal, para distraerla poco a poco, él la embistió suavemente por detrás.

Colocó el lubricante en la entrada de su otra abertura y comenzó con un dedo a hacer movimientos lentos, adentro y afuera, Ana se quejaba pero eran quejidos de placer pues sentía como ella apretaba sus músculos. A continuación empapo el tapón y lentamente lo introdujo en ella a medida que la embestia, ahora el gemido era erótico. A lo que Christian pregunto:

-Estas bien morena? Mensajeando a la vez su clítoris también.

-Siii, oh Dios Christian, esto es placentero, te lo juro mi amor, Hummm.....ohhh Christian.-

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