Capítulo 11

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El mensaje era claro Mia iría a otro hotel no al que habían estado Ana y Kate, ya que Ethan sabía que ese pertenecía a la cadena de la empresa de su padre y podía utilizar un cuarto sin que ellos se enterarán.

Espero en el lobi del hotel con llaves en manos y mirando el celular sentado en un sillón sintió unos tacones acercarse. Al levantar la vista desde abajo hacia arriba era Mia? La chica que anoche había visto donde los Grey? Llevaba tacones con terraplen color negro, un vestido más arriba de la rodilla de color rojo italiano ajustado de mangas de encaje con un escote cuadrado resaltando lo que Ethan estaba seguro había visto en la blusa de seda.

-Hola Ethan.- Mia lo miraba mientras él la recorría con la mirada, y no diciendo nada pues él  no sabía que decir porque delante de sus ojos no era una chica de 17 años, era una mujer en el cuerpo de esa chica.

-Wow Mia, estas preciosa, Dios apenas puedo hablarte bien.- Ethan le tomó la mano y le besó los nudillos para después guiarla hasta los ascensores y llegar al piso 100.
-Vamos, pequeña te tengo una sorpresa.-

Le habían preparado la habitación con champagne y rosas, cursi pero servía para él propósito que él tenía en mente y era tener a la chica de ojos grises en una cama.
-Tranquila Mia no te haré nada que tu no quieras, te sirvo una copa?

-Por favor.- Mia dejaba el bolso en una mesita de la habitación y apagando el celular pues no quería que la estuvieran llamando ya que en el desayuno le preguntaron a donde iria a lo que respondió que saldría a caminar y que nadie la estuviera llamando porque quería vitrinear todo. La ropa que traía se la había cambiado en el camino en un baño público pues si salía así empezarían el interrogatorio y no estaba para contestar preguntas que la pusieran nerviosa.

-Toma Mia.- Ethan espero que ella beberia y le quitó la Copa de la mano,
tomandola le besó la palma de está, y el jadeo de ella se escuchó en la habitación.

Comenzó con suaves besos, no tenía experiencia así que ir lento sería la clave para que ella después pidiera lo que él quería darle. Ella comenzó a gemir, Ethan le abrió la boca con su lengua para después besarla con más ímpetu tomandola del pelo y pasando una mano por su cadera.

-Déjate llevar Mia.- siguió con el ataque de besos y consiguiendo el cierre del vestido, se lo bajó para después separarse un poco y seguir besandola y acariciando la piel ya expuesta de sus hombros y clavícula.

-Eres hermosa pequeña, no te asustes, sólo sienteme.- Ella salió del vestido y ahí estaba la mujer, en sujetador y bragas a juego de color rojo como el vestido. Ethan la tomó en brazos y la depositó en el centro de la cama. Se arrodilló ante ella y comenzó a sacarse la camisa y el pantalón para quedarse en boxers. Ella lo recorrió con la mirada, hacia ejercicios, estaba marcado y era grande? Porque eso no era efecto del boxer.

Volviendo a la cama y sin apoyarse con todo el peso del cuerpo comenzó a besarla desde el cuello hasta el centro de sus senos, sacando su sujetador, se sorprendió que fuera tan desarrollada poniendo un pezón en sus labios y succionando mientras ella se sujetaba a las sábanas. Siguiendo el camino hacia abajo, le sacó las bragas de encaje para dar paso a su centro de placer, Mia tenía sólo una mota de pelo pero eso no le impidió succionar y empezar a excitarla para que la penetración no fuese dolorosa para ella.
Comenzó a gemir y le sujetó los muslos pasando las manos por hacerla llegar al orgasmo y beber de su excitación . Volviendo en si, Ethan aprovechó de sacarse el boxer y colocarse el condón que había dejado en la mesita al lado de la cama.

-Pequeña te voy a penetrar, mirame a los ojos y no te asustes. Vas a sentir cuando dejes de ser virgen, pero será momentáneo el dolor. Después pasará y sólo sentirás placer.- Tranquilizandola poco a poco con besos puso la punta de su miembro en ella y se abría paso poco a poco.
-Mierda que apretada eres, mirame Mia.- Al hacerlo Ethan rompió su himen y ella pegó un apretón con sus uñas en la espalda de él. Esperando se adaptará unos segundos, le preguntó si podía moverse y asintió por lo que la embestida empezó lenta, no quería ser un bruto con ella tampoco.

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