Capitulo 7

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Sonaba una alarma a las 6:00 de la mañana y era el celular de Anastasia ya que temia pasarse de la hora pues en el ascensor se aseguró de dejarlo a esa hora para así no tener problemas con sus padres. Se estiró y apagó el aparato que dejó sobre una mesita de noche al costado de la cama. Se quejó para ir al baño y se dio cuenta que el brazo de Christian la tenía atrapada entre la cintura y un seno y el otro brazo por debajo de su cuello atrapando de lleno el otro junto con una pierna que le pasaba por sobre el muslo. Como pudo se deslizó y corrió al baño al baño a hacer sus necesidades, terminando se miró al espejo y se vio la cara cómo un Mapache y el pelo todo revuelto¡¡ Oh Dios está es la cara de que te follaron toda la noche? Se le escapó una sonrisa y de pronto sintió unas manos deslizarse por su cintura y un beso en su espalda.
-Hola morena- Ana vio como se le ponían erectos los pezones y Christian la miraba sobre el hombro en el espejo viendo como reaccionaba a su toque. -Te has levantado y sin mí, extrañe tu calor en la cama y vine a buscarte, espera voy a orinar-. A ella se le subieron los colores a la cara y se giro para no mirarlo, Christian se río bajito, terminó y se lavó las manos. La volvió a abrazar por detrás y la erección de Christian la estaba tortutando el trasero entre sus pliegues de la división de su trasero.
-Vamos a bañarnos- la tomó de la mano y la llevó a la ducha, abrió las llaves de esta hasta tener el agua temperada por lo que se metieron y empezó a pasar las manos sobre su cuerpo con el jabón que había en ese lugar.

-Mira esos senos y mira mi erección con el sólo hecho de tenerte aquí. Pero tus caderas Anastasia me han vuelto loco. Le estampó un beso agresivo y le agarró por detrás levantandola y haciendo que ella saltará a su cintura y cerrará sus piernas, la llevó a la pared de la ducha sintiendo como comenzaba a respirar más rápido y con quejidos de placer por empezar a succionar sus pezones alternando uno a la vez en su boca
-Christian..... Ohh Dios, estoy un poco adolorida pero no pares por favor, no lo hagas.- Entre murmullos al oído de él Ana tiraba de su pelo y enterraba sus uñas también. Terminaron de bañarse entre besos y caricias rapidas secándose con los toallones que habían en el cuarto de baño, la tomó en brazos y la paró en el borde de la cama.
-Te duele mucho nena?
-Hummm más o menos pero es una punzada interna, quizás me duela después mucho más pero me lo harías de nuevo Christian?
- Que cosa quieres que te haga Ana? Dime tú, que te quieres que te haga?.

-Amame Christian.....
No alcanzó a decir nada más Ana cuando ya él la tenía acostada y su cabeza entre sus piernas chupando y succionando su clítoris cuando al mismo tiempo le introducía un dedo y luego el otro.

-Vamos Anastasia correte mi morena-
Ella pegó el gritito del orgasmo y Christian tomó un condón y lo deslizó por su prominente erección, le volvió a abrir las piernas y poco a poco fue penetrandola ya que sabía que le arderia un poco. La comenzó a besar para que se relajara como las veces anteriores y ya llegando al final de su vagina sintiendo como se adaptaba a su longitud, comenzó a moverse, besandola en los labios y después chupar el lóbulo de su oído llegando a sus pezones, las caderas de Christian se movieron más rápido, la giro y quedó sobre él.
-Vamos nena montame, arriba y abajo ese es el movimiento.- Ayudándola con sus grandes manos enterradas en su cintura y caderas.

-Ohhh mierda Anastasia¡ Qué buena estás, vamos cariño no te detengas.-
Christian echaba la cabeza hacia atrás mientras ella continuaba posando sus manos en su tórax marcado también se echaba hacia atrás quedando sólo sujeta por las manos grandes de él. En un momento él se sentó comenzando a embestirla con fuerza al mismo tiempo que chupaba sus pezones apretandola a su cuerpo sintiendo todo de ella.
-Christian voy a correrme¡¡¡ Ahhh.
-Mierda Anastasia me estás matando.-
El sentía como ella apretaba su paredes vaginales por el orgasmo y él la siguió, cayeron rendidos y recuperando la respiración, la acariciaba de arriba abajo.
Se abrazaron y comenzaron a hablar de ellos que querían y de cosas de su interés.

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