Capítulo 39

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Sábado por la  noche y eran las 8 de la noche, Christian aún estaba en la empresa y empezó a ver como los activos de la familia Kavanagh fueron  todos vendidos, las empresas liquidadas y miles de trabajadores despedidos serían despedidos por nuevos dueños o quien sabe si seguirian trabajando en las cadenas de hoteles de la familia, que importaba si era así, a él le importaba un soberano rábano.

Taylor aparecía en la oficina donde todos se habían retirado para preguntar si lo llevaba a alguna parte o si debía esperarlo.

-Señor lo espero aún o debo llevarlo a algún lado?.

-Hiciste lo que te pedí Taylor?

- Si señor, el dueño de Escala firmó los papeles de venta y el edificio completo es suyo, el ático está listo para ser usado, con los muebles que usted pidió y todo lo demás.-
Christian ponía atención y Taylor había resultado una excelente adquisición.

- Llévame a Escala, en el camino pasamos a comprar algo para la cena y comemos en lugar nuevo.-

-Le sugiero que busque un ama de llaves señor Grey, creo que le hará falta por lo grande que es el lugar, como ya sabe tiene 2 pisos.-

-Te puedes encargar de eso Taylor y por favor no quiero a  nadie joven, si fuera de tu edad, sería genial.-

- Por supuesto señor.-

- Vámonos necesito descansar.-

Bajaron al estacionamiento y en 30 minutos estaban en Escala, las oficinas estaban muy cercas. Volvió a revisar su teléfono y de llamadas de los Kavanagh estaba lleno, mensajes como "Christian llama a Anastasia por favor" estaba lleno, "necesita hablar contigo". Pues aún conservaba ese puto vídeo que le había partido el alma en dos.

Llegaron al edificio y entró en el ascensor privado. Llegó al ático, era pulcro, nada que recordará a esa mujer, todos los muebles nuevos y ningún aroma que le pusiera mal.
Con Taylor cenaron en total silencio, se despidió de su guardaespaldas y se fue a dormir.
Se sacó la ropa, y pudo entrar en la ducha, los recuerdos volvieron aunque estuviera en otro lugar.

"Eres mía morena? Dime que nadie te hace  sentir lo que yo te hago, nadie nunca te tendra-

" Soy tuya, nadie jamás me tendrá"

Hija de puta mentirosa, ese video, ese maldito vídeo que mostraba a Anastasia tendida en esa banqueta, seguro que a cuantos se lo diría, que gran desilusión tenía al ver que esa mujer sólo fue lujuria de parte de ella pero él la amaba.

Genial aún con pruebas en manos y todo se empalmaba de sólo recordarla, su piel, su aroma y su cuerpo adictivo.
Tuvo que recurrir al último recurso para bajar la puta erección y de que forma?  Masturbarse como un puto adolescente de 14 años. Enojado consigo mismo, la única manera de terminar todo sería hablando con ella de forma definitiva y decirle la gran mentirosa que era.

Anastasia pasaba la primera noche en la clínica, las pesadillas no la dejaban tranquila, esa primera noche recordó todo en sus sueños. Había despertado llorando y una acongojada Elaine estaba a su lado dándole consuelo, cuando a quien ella necesitaba era a Christian. Amaba a su madre pero su novio era el padre de su hijo y el único consuelo que quería tener en ese momento.

Iba y venía con los sedantes suaves, pues en su estado de  no se podía inyectar cualquier cosa para no afectar al bebé. Elaine dentro de la pena enorme que tenía por lo que le había pasado a su hija, iba a ser abuela, ohh Dios abuela¡ un pequeño o pequeña con los ojos o el pelo de su pequeña Annie.

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