Capítulo 60

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Jack los vio irse, sólo para sus adentros dijo que la disfrutará mientras pueda porque el próximo fin de semana sería suya si o si.

Christian le ordenó a Swayer ir a Escala y que se fuera a casa a descansar en Freemont junto con Taylor, ahí habían 3 vehículos en ese edificio que tendría en que movilizarse.

Bajaron y Christian apretó el piso 15, sabía que estaba limpio y nada fuera de lugar. Llegaron y apenas salir del ascensor, los recuerdos llegaron como un huracán.

Anastasia camino hacia el ventanal y no pudo evitar emocionarse cuando vio la cocina de lejos, Christian fue al equipo de música y puso Earnet It de The Weekend.

Se posicionó detrás de ella y le rozó los brazos con la yemas de los dedos, la piel de Anastasia se erizo y un jadeo junto con ello. El la recosto en su pecho y como era un poco más alto que ella, la visión del escote no se hizo esperar. Dios verla era sublime pero tenerla era irreal.

-Morena.....te deseo tanto como la primera vez que te tuve. Eres mia preciosa, tu olor a canela, lo he extrañado todo este tiempo.- Christian le besaba el cuello  y la seguía acariciando.

-Hummm.....Dios, Christian.....-

El le encontró el cierre de aquel vestido que lo había tenido toda la noche a punto de reventar, aguantó toda la noche pero ahora no había  nada que fuera a detener el momento.
Ella se giró y lo dejo caer, sin sujetador y en unas bragas color negro de encaje, Christian trato de controlarse pero estaban tan ansiosos que la chaqueta del smoking fue a dar al suelo, la pajarita y la camisa también ya no estaban. Seguían besándose sin parar.

-Enrolla tus piernas a mi cintura.- Anastasia dio un salto y aún con tacones y tomada del trasero fueron a la habitación.

Suavemente la depositó en la cama, y entre caricias y manos de  Anastasia el pantalón de Christian fue a dar al suelo junto a los caceltines y boxers, las bragas de ella también fueron a dar a alguna parte de la habitación.

-Morena te extrañado tanto, eres exquisita, estas más hermosa que nunca.-

Tomo un seno con su mano y con la boca le succiono el otro, algo de leche salió de él, para Christian eso fue erótico, lo lamio como si fuera un dulce, siguió bajando, llegó a su cintura y cuando llegó a su intimidad, el estar depilada en su centro sólo la hizo que se encorvara en la cama de placer.

Christian comenzó a lametazos y succiones, sabía que estaría otra vez estrecha, así que había que prepararla. Siguió en la tarea sujetando las piernas de Anastasia y apretandola a su boca, que ella le tomaba su pelo y lo revolvia por el placer que se estaba construyendo hasta que explotó en el orgasmo gritando el nombre de Christian.

Cuando ella volvió del clímax, el están a apoyado en sus codos con los labios llenos de su corrida, la beso y Anastasia probó su propio sabor.

-Iré lento, si duele me lo dices y parare.- Christian puso su miembro en la entrada de su intimidad.

Apenas había entrado y casi que llega al orgasmo, dentro y después afuera, Christian comenzó a sudar y besaba la clavícula de ella, su cuello y su boca, llevaba recién la mitad y recordó que estaba muy apretada en su intimidad hasta que de una estocada lenta entró por completo.
Mierda¡¡¡ era el cielo en la tierra, era suya de nuevo. Ella había soltado una lágrima por la cantidad de tiempo que había pasado.

-Estas bien? Anastasia asintió.

-Dame unos segundos.- Ella lo besó en los labios y  lo instó a mover sus caderas.

Cuando Christian comenzó el movimiento fue lento y suave, sin apuros, sólo eran amantes que tenían todo el tiempo del mundo, llegaron los gemidos, las palabras de amor.

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