-¡Elizabeth!- llamó el muchachito de cabello oscuro al notar que su amiga estaba en serios problemas.
El profesor se separó de la chica lentamente aún con molestia que le irradiaba por los ojos.
-Te buscaba... se acabará el tiempo para poder estar aquí afuera- John se notaba nervioso al ver al murciélago de las mazmorras.
-Bueno profesor creo que debo irme- sonrió la chica con un tono un tanto falso e hipócrita.
-Seguiremos esta conversación señorita Grimmes- se dio la vuelta ondeando su capa y se fue rápidamente.
-Eres mi salvador Johnny, te debo una- comenzaron a caminar hacia la sala común con rapidez.
-Claro que me debes algo, el murciélago casi me mata- exageró.
-Toda una serpiente, no mi amigo?- le abrazó con afecto hasta llegar al lugar en donde debieron separarse para ir a sus respectivos cuartos.
Al otro día todo había sido regularmente normal, hablar con el trío, evitar a su profesor de pociones y compartir con los amigos que había en su casa, las cosas estuvieron así sucesivamente hasta llegar al día lunes donde sabía, tendría una charla con su oscuro maestro.
El lunes había pasado rápidamente y solo faltaban minutos para estar en el despacho del profesor. Salió del gran comedor después de la cena y se encaminó al lugar.
Esperaba ver un horrible lugar lleno de cabezas de estudiantes reducidas o algo terriblemente asqueroso y que a cualquiera podría darle miedo. Pero al entrar noto que era una oficina bastante acogedora y que el hombre tenía un muy buen gusto, eso se notaba al ver sus estantes llenos de diferentes pociones, ingredientes, los sillones de cuero negro denotaban lujo y la mesa redonda con libros, una lámpara de lectura, pergaminos y una que otra cosa muy bien ordenadas sobre ella daba un buen toque a pesar de ser una habitación algo oscura y lúgubre.
-Buenas tardes señorita Grimmes- saludo secamente el hombre.
-Buenas tardes profesor Snape- devolvió igualmente.
-Comenzaremos con oclumancia- señaló un sofá apartado en medio de un lugar específico de la habitación- sabe lo que debe hacer, sabe lo que es la oclumancia y seguire con sus enseñanzas poco aprendidas.
-Esta bien- asintió y se sentó en el sofá.
Snape terminó de escribir algo en un pergamino y se levantó con su varita entre las manos.
-Legeremens- pronunció y segundos después estaba en la mente de la muchacha.
"La chica era pequeña, tenía unos 5 años y era acompañada por sus padres a un lugar poco gustosos, podía notarse por el rostro de los dos mayores.
-¿Mami debemos ir? Yo quería jugar con Viktor.
-Si pequeña, debemos, sabes que tampoco es de nuestro agrado pero es por tu padre.
-Esta bien, te amo papi..."
Ya no podía seguir viendo, ella lo había sacado, le había costado quitarlo de su cabeza pero no quería que el viera esos recuerdos.
-La mente es algo que puede controlar, debe controlar. Si fuera el señor oscuro no dudaría en entrar en la suya ni por un momento, menos si es para saber el paradero de Potter y sus amigos.
-Otra vez- pronunció y el hombro volvió a entrar en otro recuerdo que vino rápidamente.
"Estaban en un campo de quidditch, ella se encontraba triste y hablando con un chico que al parecer era el mismísimo Viktor Krum.
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Una Grindelwald en Hogwarts
FanfictionLlega una pequeña chica, una familiar del señor de la muerte a Hogwarts, ¿Esta sera bien aceptada? ¿Alguien sabrá su secreto? ¿Que hará Dumbledore al saber la verdad sobre ella? ¿Podra creer Severus en el amor que ella le profesa o creerá que es un...