Estornudos...

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-Señorita Grimmes, le hice una pregunta- golpeo su mesa con un libro que tenía entre las manos.

Ella se encontraba sumida en sus pensamientos. Estaba en DCAO con Snape y Gryffindor, el maestro hablaba sobre las criaturas oscuras.

-Lo siento profesor Snape ¿podría repetirlo?- el hombre levanto una ceja, como preguntando si era un juego.

-¿Cree que esta clase es un juego Grimmes?Mi pregunta fue ¿Que es una Runespoor? Tiene 1 segundo o se va de aqui- hizo una mueca como de pequeña sonrisa pero la desapareció en el mismo instante en que ella contestó.

-Es una serpiente de tres cabezas, piel narnaja con líneas negras y mide entre un metro ochenta centimetros y dos metroz con diez centimetros- le contestó de inmediato.

-Muy bien señorita Grimmes... para haberlo leído del libro- se volteó y siguió con su clase.

"Maldito hombre, cree que no se nada de nada, estoy harta de su actitud, ahora verá" se dijo.

-Ahora señorita Parkinson digame que es un Kappa- siguió interrogando a los alumnos sin notar a la muchacha rubia.

Elizabeth levantó su varita sin que la notaran y en un murmullo dijo "Steleus"

-Muy bien...¡ashu!- Snape estornudo- pasaremos ¡ashu!- seguía estornudando- que demo... ¡ashu!- todos los de la clase reian por que Snape no podía hablar sin estornudar- creen que esto es un chis... ¡a-a-ashu! Los castigare a todos- salió rapidamente del salón aun estornudando y echando maldiciones que no se entendían bien por los estornudos.

El mago se sentía molesto y sabía bien quien sería capaz de hacer tal cosa, la unica persona que a la que no atemorizaba, Grimmes. Se dirigió a su oficina y agarró una pócima contra los estornudos y la bebió se un trago. Minutos después salio de su oficina y se acercó al primer Slytherin que vio en el pasillo para que trajera a Grimmes hasta ahí, luego volvió a adentro e intentó tranquilizarse mientras los minutos pasaban, para que la muchacha llegara, esta no se la haría tan facil, la castigaría, le daría 1 mes y medio de castigo haciendo lo que el quisiera sin magia. Si hubiera sido otra persona la hubiera expulsado, pero Grimmes, el quería que ella viviera y no podía quitarla de su mira, el porqué aun a pesar de que habian pasado algunos días de pedirle que volviera a sus clases con él, aun no lo entendía, quizás era porque no quería ver mas muertes sabiendo que podía haberle ayudado.



-Creo que se termino la clase- habló Malfoy y todos comenzaron a salir.

-Elizabeth- Harry se acercó a ella- se que tú lo hiciste- le dijo serca del oido una vez afuera del salón.

-¿Como...?

-Vi cuando sacaste tu varita, hiciste lo que nadie se hubiera atrevido a hacer, nunca, y menos a Snape, eres mi ídola- rió mientras la abrazaba con un brazo por la espalda.

-¿Donde van chicos?- preguntó una vez que iban a mitad del pasillo.

-Con ron vamos a practicar ¿Hermione?- Harry miro a la muchacha.

-No lo se, creo que ire a la biblioteca- levanto los hombros.

-Tambien voy hacia alla ¿vamos Mione?- invitó la rubia y la leona asintió.

-Vamos, nos veremos mas tarde chicos- las chicas levantaron la mano en despedida y se retiraron.


-¿Ronald está mas tranquilo?- preguntó la muchacha tomando un libro de trasformaciones.

-Aun no, esta molesto con nosotros porque Slughorn no lo invitó pero se ve muy contento cuando mira a esa estupida engreída de Lavender Brown- sonó resentida.

Una Grindelwald en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora