Una Grindelwald en Hogwarts

Invitaciones...

El día había llegado, Elizabeth asistió al desayuno sonriente junto con John y los chicos, entre risas y juegos.

-Tus amigos leones te saludan Liz- le indico John estando ya sentados en la mesa.

-Ese si me gusta, Johnny, Liz... suena bien- sonríe mientras mueve su mano en el aire saludando de igual manera en dirección a la otra mesa.

-Al fin, tu nombre es muy largo- molestó.

-¡Hey! No lo es, tu eres un holgazán- todos rieron.

-¿Vendran todos a escucharnos hoy?- esta vez Alex preguntó.

-Si, iré... bueno iremos, aunque debo preguntarles a los muchachos.

-Espero que no te sangren los oidos- bromeó Steven.

-¿Sangre en los oídos? Oh, seguro hablan de cuando Grimmes habla, por supuesto que sangran los oidos- Draco Malfoy estaba tras de ellos- ¿O es cuando Alex canta? Si, parece un hipogrifo dando a luz- los amigos de Malfoy o bueno, sus seguidores rieron junto con él.

Elizabeth molesta se levantó de su asiento y tomó a Malfoy de la camisa con furia, el chico asombrado y asustado comenzó a protestar.

-Le diré de esto a mi padre- se notaba muy temeroso y todos rieron.

-Vamos Malfoy, es una chica- se burló Johnny.

-¿Sucede algo señorita Grimmes?- una voz grave asustó a todos menos a la chica que no soltó a Malfoy- acabo de preguntar algo Grimmes- por el tono de su voz esta vez, se notaba enojado.

-Grimmes, profesor- Draco se soltó como pudo- ella y sus amigos nos molesta...

-Señor Malfoy no me mienta, está castigado con Filch y usted señorita Grimmes también tiene castigo, conmigo, hoy, si vuelvo a verlos en esta situación ambos perderán puntos y hablare con sus padres- el hombre se les acercó todo lo posible para provocarles el mayor miedo posible aunque con ella no funcionara- ¿comprendieron?

-Si, señor- Draco se retiró rápido con sus amigos.

-Claro- ella se volteó y se sentó sin hacerle caso al hombre quien con la mirada y en su cabeza, la asesinaba en ese instante.

Snape se retiró de ahí enojado a más no poder y comenzó a hablar con Dumbledor quien se encontraba a su lado.

-Ella no me respeta Albus, estoy harto de estos niños mimados, estoy harto de ella, es una testaruda, una provocadora... si pudiera...uff- dijo con mucha molestia.

-Severus, ella no es de los alumnos que asustas fácilmente, tranquilizate, luego tu y yo hablaremos en mi oficina sobre otros asuntos- el viejo comenzó a comer y Snape a medias y mirando a la colegiala con odio irradiado, igualmente desayunó.

En la mesa de las serpientes los chicos miraban asustados a su amiga, había sido un improperio hablarle así a él profesor de pociones.

-Estas muerta- comenzó Alex.

-¿Qué?- Elizabeth se detuvo y dejó su cuchara en la mesa- ¿de qué hablas?

-El te matará, Lis- Johnny refiriéndose a Snape.

-Chicos por favor no le tengo miedo a un murciélago- volvió a comer tranquila.

-No es solo un murciélago, Elizabeth- Steven se le acercó hasta estar centimetros de ella- se dice que es uno de los más grandes magos, trabaja a par con la magia oscura y es un mortifago- le susurro tan despacio para que nadie pudiera oírlo, solo ella.

-Chicos...- miro a los demás muchachos esta vez un poco nervioso y sorprendida totalmente, estos asintieron.

Si Snape era un mortifago, cosa que quizá no era así y solo eran mentiras o comentarios dichos por estudiantes que querían justificar su temor ¿por qué Dumbledore había querido que el le enseñara? ¿Por qué quería que Snape supiera la verdad sobre su ascendencia, sus raíces? De algo estaba segura, fuera o no sierto, no volvería a ir a esas clases extra con él, no podía exponerse, no iba a arriesgar a su familia de que algún mortifago lo supiera.