Una Grindelwald en Hogwarts

Vestidos y Mortifagos.

Elizabeth, despertó de pronto al escuchar el sonido molesto de la puerta, alguien golpeaba con mucha molestia o mucho ánimo al parecer.

-¡Grimmes llegaremos tarde a clases!- gritó John desde el otro lado, si, estaba molesto, lo sentía en el tono de voz además de haberla llamado por su apellido.

Se frotó los ojos para luego levantarse y abrir.

-John ¿qué diablos?- el chico se detuvo al verla y se cruzó de brazos frente a ella.

-Elizabeth vamos retrasados, la clase comenzó hace 15 minutos- este bufo al ver a su amiga aún sin vestirse.

-No iré ya es muy tarde- dejó la puerta abierta y casi se vuelve a tirar sobre la cama, de no ser porque John comenzó a gritar otra vez.

-Elizabeth Grimmes, si no te arreglas y vas conmigo, me veré obligado a llevarte- la observó desde el umbral de la puerta.

-Esta bien- tomó su varita y con un movimiento ya estaba lista para partir.

-¿Lo ves? No era tan difícil- le dedicó una sonrisa.

-Vamos, McGonagall nos matará por llegar tarde- ambos caminaron al salón de prisa.

Una vez fuera, tocaron la puerta, segundos después una profesora seria abría y los miraba molesta.

-Llegan 25 minutos tarde ¿creen que sea una buena idea entrar a clases en este momento señorita Grimmes, señor Wibmer?- ambos muchachos callaron cabizbajos ante la maestra.

-No profesora, de verdad sentimos mucho la tardanza- la mujer mayor asintió y segundos después que entraran mencionó.

-30 puntos menos para Slytherin por su intromisión y tardanza- asintieron y tomaron asiento en silencio rápidamente.

Como siempre, la clase no fue nada nuevo para la rubia, ella sabía la mayoría de cosas que la profesora explicaba, pero se le hacían aún más claras al ser expuestas por la maestra.

Luego de transformaciones, siguieron con Pociones con Slughorn donde Alex, Steven, John y ella se sentaron juntos.

Como en la mayoría de clases con el profesor, también se le hizo sencillo. Al finalizar Slughorn la llamó.

-Señorita Elizabeth, quédese por favor- la chica miró a sus tres serpientes y levantó los hombros, estos asintieron y se marcharon.

-¿Si profesor?- se acercó a su escritorio.

-Señorita Elizabeth como usted sabe, pertenece al grupo de mis eminencias en pociones- la chica asintió- pues se aproxima navidad y como siempre, celebraremos con una pequeña fiesta a la cual por supuesto usted está plenamente invitada.

-Oh, eso es genial profesor, Hermione lo había mencionado ¿cuándo será? Me encantaría asistir.

-Sera este fin de semana, puede hablar con Harry y la señorita Granger, ellos saben sobre los detalles - la chica asintió.

-Muchas gracias señor, nos vemos- el hombre hizo un gesto con la cabeza y ella se marchó.

Llego a su penúltima clase del día, Aritmancia y pudo ver a Hermione allí, se le acercó y se sentó a su lado.

-Mione ¿qué tal?- le dedico una sonrisa.

-Todo bien Elizabeth ¿tu?

-Igual.

Ambas luego de su saludo, se quedaron en silencio pues la maestra había comenzado su clase. Mione tomaba nota de todo y Grimmes escuchaba atenta a la clase hasta que la maestra hacía alguna pregunta y ambas se disputaban por ver quien levantaba la mano primero.