Sigue el plan y la fiesta...

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Toc toc toc, Severus pudo escuchar como sonaba la puerta, no quería compañía, había pasado muy poco desde que ella se había ido y el bebía whisky de fuego desde aquel momento.

Toc toc toc, volvió a escuchar la puerta, mierda, sabía que no se irían porque era quinta vez que lo escuchaba así que ya cabreado se levantó con la botella en la mano y abrió.

-Severus, hijo- saludo con un asentimiento de cabeza.

-No quiero visitas- se dio la vuelta dejando al mago parado en la entrada, el hombre entró y pudo ver que no era la primera botella que llevaba.

-Severus, necesito tu ayuda- el hombre de cabello negro soltó una risita de molestia.

-Ya termino la guerra Albus, ya no me necesitas, ni te sirvo- sonrió falsamente mirando al hombre.

-Lo sé, solo quería que vinieras la fiesta de esta noche, ya sabes, un día como hoy vencimos a...

-¿Vencimos? Albus yo debería estar muerto, bendita alma la que me salvo pero fue un grandisimo error- decía dolido.

-No creo que haya sido un error.

-Siempre con tus cosas de viejo sabio, deberían darte un premio por hablar incoherencias.

-No son incoherencias, es la verdad, crees que no significas nada para ella- Severus lo miró interrogante y molesto.

-Lily Evans mu...

-No hablo de Lily Severus, ambos sabemos que no la amas hace muchísimo tiempo.

-La señorita Grindelwald...

-No creo que sea necesaria la formalidad.

-Albus ¿como?

-¿Cómo lo sé? Recuerda que tengo muchos trucos bajo la manga muchacho, crees que esa muchachita no te ama y en el momento de tu ataque crees que hubo un error- Severus no podía creerlo ¿le estaba acaso diciendo que había sido Elizabeth quien lo había salvado? ¿A eso se refería el viejo?- ¿quien crees que lo hizo? ¿Con qué beneficios? Te dejaré en duda muchacho. Bien cambiando el tema, vengo a invitarte a la fiesta, será una mascarada así que por favor intenta presentarte con disfraz y tus mejores ropas.

-No creo que deba ir Albus, no estoy bien- soltó.

-Lo se- sonrió el anciano y saco una poción de su bolsillo, la dejo sobre la mesa y luego miró al hombre- pasaré por ti a las 8.30, espero verte mejor- y se retiró dejando a un pensativo Severus.

¿Sería verdad que ella lo había salvado en la casa de los gritos? ¿Cómo? Bueno no dudaba de su inteligencia pero la maldita serpiente había mordido su cuello, había destrozado su cuello para ser honestos, era casi imposible ayudarle a mejorar, pero si era cierto, ella lo había echo ¿lo habría echo porque lo amaba como el la amaba a ella? ¿Era una posibilidad? ¿Entonces por qué se había ido? Lo había dejado, si lo amaba no lo habría echo ¿Tan horrible era? Ella había dicho que solo serían unos días.

Tenía tantas preguntas en la cabeza, de lo que si estaba seguro es que debía distraerse, tomó la pocion que el viejo había dejado y la vio, era una poción revitalizante para la borrachera, la conocía bien, después de todo el la había creado, la bebió de un trago porque también conocía su horrible sabor y después de sentir que hacía efecto se levantó y miró la hora, ya era tarde, las 7.30 buscó una capa de fiesta, algo de ropa más adecuada y se metió a dar un baño, para luego esperar a Dumbledore.


Johnny estaba preparado, salió del lugar después de recibir una carta donde decía que la mitad del plan estaba listo, minutos después, faltando para las 8 partió a casa de su amiga.

Tocó la puerta y minutos después pudo verla, se veía hermosa, guapísima y se lo dijo.

-Tambien te ves muy guapo- esta vez Johnny no usaba la típica ropa de concierto, ahora ocupaba un traje que le hacía ver bastante bien.

-Me ganas cariño- le dio un beso en la mejilla y le ofreció el brazo- vamonos ya.

Ella asintió y camino con el hasta afuera del lugar donde pudieron desaparecer. Al llegar a Hogwarts el la llevó hasta donde estaban los muchachos que la saludaron eufóricos.

-Elizabeth- corrió a abrazarla Alex.

-¿Como estas?- beso su mejilla

-Bien ¿tu que tal?

-Mal, extrañandome- habló Steven entrando en la habitación.

-Sabes que si querido- le besó ambas mejillas y luego lo abrazó.

-Estas guapísima- dijo Alex.

-Tambien ustedes, se ven muy bien, les quedan los trajes.

-Me queda todo nena- Alex.

-Bueno chicos iré a dejar a Elizabeth con los muchachos, volveré pronto- todos la despidieron con la mano y John salió junto a ella.

-Te dejaré con Potter, Weasley y Hermione- Elizabeth asintió.

-No es necesario que me acompañes, podría ir sola- Johnny negó.

-Podrias perderte- bromeó.

-Estas loco.

-Lo estoy- sonrió.

Segundos después ya estaban junto a los chicos y Johnny se había marchado, conversaban sobre lo que habían echo en el tiempo en que no estuvo.

-¿Entonces estas con Ginny?- preguntó a Harry.

-Si, estamos juntos- soltó la pelirroja abrazando a Harry por el brazo.

-¿Y ustedes?- miró a los chicos.

-Lo estamos- asintió Mione.

-Jamas lo hubiera creído- sonrió a ambas parejas- ustedes si, Ginny siempre estuvo enamorada de ti- la chica se sonrojó al nivel de su cabello- pero ustedes dos, no lo hubiera creido.

-Bueno ya sabes lo que dicen- soltó la leona- los opuestos se atraen- sonrió a Ronald y beso su mejilla.

-Chicos creo que es hora- Potter soltó.

-¿Hora de que?- preguntó la chica sin comprender.

-Es un baile de máscaras Elizabeth- solto Ron poniéndose la suya junto a los demás, ella miró hacia todos lados, nadie se lo había mencionado, ni John, miró hacia todos lados y sin más, conjuro una con su varita.

-No sabía que era una mascarada chicos ¿me veo bien?- preguntó mostrando la suya.

-Hermosa- sonrió Mione.

-Que bien- estaba un poco más tranquila.

Conversó unos minutos con sus amigos y luego los dejó con sus parejas para ir por un trago.

-¿Le gustaría bailar?







Si tiene alguna falta de ortografía o lo que sea por favor háganmelo saber, gracias un abrazo.

Una Grindelwald en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora