Capítulo XXIV: A través del tiempo

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Ya hacía un año desde que Robert y yo habíamos comenzado nuestra relación y, a decir verdad, aquella cena que tuvimos con nuestros padres fue ese empujoncito que necesitábamos para sentirnos más seguros de estar juntos.

Además también surgieron algunos cambios: al fin había podido comprar mi propio automóvil y Rob ya no tenía que pasar por mí para ir a la oficina y luego, regresarme a casa. A pesar de que el trato había sido que yo le llevaría su almuerzo mientras él me apoyaba con el transporte hasta que pudiera conseguir mi auto, ya no importaba. Yo le seguía llevando su comida para compartirla a la hora del almuerzo y de vez en cuando, me iba con él en su auto. Veíamos con más frecuencia a nuestros padres, Robert y Bruce se llevaban de maravilla, todo estaba funcionando muy bien para Sara y el proyecto con Marubeni América estaba a punto de quedar listo; incluso teníamos todo este tiempo sin saber de Miranda Santiago, desde aquella ocasión que por su culpa Robert y yo tuvimos una pelea, ya ni siquiera habíamos sabido nada de Paul ni Diana. Oficialmente ya era arquitecta, mi título yacía colgado en la pared en la sala de mi departamento y ya tenía derecho de pedir mis primeras vacaciones en el trabajo.

***

Era un viernes por la noche y me encontraba con Robert en su casa cenando mientras veíamos una película.

-Oye, ¿te quedas a dormir? –me preguntó mientras comía un puño de palomitas.

-Seguro. –sonreí mirándolo- Además, ya hay tanta ropa mía aquí que, parece que ya vivo aquí. –reí y vi que Robert tomó el control para pausar la película y me miró serio- ¿Pasa algo, Rob? –le pregunté preocupada.

-No. –suspiró- Por lo menos no nada malo. –me dijo poniendo un mechón detrás de mi oreja.

-¿Entonces? –volví a preguntar.

-Entonces... -hizo una línea con sus labios- Sucede que me gustaría tocar el tema de que "parece que vives aquí." –comentó haciendo comillas con los dedos y yo fruncí el ceño.

-¿Qué hay con eso? –me acerqué a él.

-Que, me gustaría que dejara de ser solo el "parece" y bueno, yo quisiera que sea de verdad. –sonrió de lado.

-¿Cómo? –abrí los ojos en par en par y Robert soltó una dulce carcajada.

-Oh, cielo... –siguió hablando y me tomó de las manos- estoy tratando de decir que, sí te gustaría mudarte conmigo.

No cabía en mí la sorpresa, no lo vi venir. -¿Es una sugerencia o una pregunta? –reí un poco nerviosa.

-Bueno, era más bien una pregunta. –dijo riendo conmigo- ¿Qué dices? –mi miró y sus ojos brillaban.

Me rasqué la nuca en señal de no saber qué contestar. ¿De verdad estaba lista para mudarme con él? –Robert yo... -suspiré- yo sí quiero vivir contigo. –lo abracé y lo tomé por sorpresa por lo cual él tardó un poco en reaccionar, pero a los pocos segundos me correspondió.

-Creí que me dirías que no, o que esperáramos más tiempo o que tenías dudas.

-Solo tenía dudas pero, no tienen justificación. Además, se disiparon al ver cómo brillan tus ojos. No tengo por qué dudar de ti. –sonreí y él me dio otro abrazo- Bueno, ahora, la cosa va a ser decirle a Sara. –reí.

-Sí, pero no creo que se moleste; por lo que me platicaste, ¿también está pensando mudarse con Marcus, no? –me dijo levantando las cejas.

-Sí, pero el problema no es eso, el problema es que si las dos nos vamos del departamento, se quedará solo ya que, ya lo compramos. Deberíamos ver la opción de venderlo o, rentarlo. –dije haciendo una mueca.

Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora