Vi a mi mejor amiga parada en el umbral de la puerta sonriendo ante lo que le acababa de decir. Y la cuestión era que Robert venía directo a la casa de Sara y Marcus a verme, a pesar de haberle dicho que no lo hiciera, a pesar de haberle dicho que podría ser peligroso ya venía hacia acá. Robert venía conmigo, mi Robert.
-Es igual de terco que tú. –me dijo Sara con una sonrisa burlona.
-Sara, no digas nada que Marcus y tú no se quedan tan atrás. –reí y le lancé una almohada, la cual ella atrapó al instante y luego de dejarla de nuevo sobre la cama, se sentó a mi lado.
-¿Y por qué tanta la urgencia por venir a verte? –preguntó recargando sus brazos sobre la almohada que le había lanzado segundos antes. Al instante, apreté con fuerza la prueba de embarazo que sostenía en mi otra mano. Sara lo notó y dirigió su vista con más atención a mi mano- Oh, Dios mío, _________, ¿eso es lo que pienso que es? –me preguntó con un notable cambio en su voz. Cambio lleno de entusiasmo.
Yo no respondí, le cedí la prueba y mientras ella la tomaba para verla, me cubrí hasta los hombros con la frazada que hasta ese momento solo tapaba mis piernas y levanté el gorro que tenía la chaqueta que llevaba puesta para que cubriera mi cabeza. No había terminado de acomodar el gorro cuando Sara soltó un grito agudo.
-¡Sara! –le recriminé tapándome los oídos- ¡No grites así!
-¡____________! Estás... estás embarazada. –dijo aún sosteniendo la prueba entre sus manos.
-¿No? ¿De verdad? –reí y me acomodé mejor en la cama.
-¿Sabes que tu hija o hijo puede heredar tu sarcasmo desesperante? –me contestó en pregunta rodando los ojos.
-Ahora seremos dos que te molestaremos. –dije un tono de burla y me recosté en la cama, Sara hizo lo mismo a mi lado.
-¿Cuándo pasó esto? –me preguntó colocando sus brazos detrás de su cabeza.
-Pues, naturalmente de mi cuenta hoy. –reí rascándome una ceja- Esta mañana al despertar, corrí al baño porque sentí náuseas y Robert y yo acordamos que compraría la prueba para luego en la tarde ver juntos el resultado en la oficina, pero luego sucedió todo lo que te conté. –dijo suspirando, refiriéndome a lo sucedido con Miranda- Y, a decir verdad, ahora que hago cuentas, si tengo un retraso, Sara.
-¿Quieres decir que entonces, el bebé que viene en camino es producto de una noche de pasión en sus vacaciones en el Caribe? –me preguntó con un tono divertido el cual yo correspondí.
-Pues según las cuentas, todo indica que sí. Hace un mes de eso y como ya te dije, tuve el retraso. Claro que sucedió en las vacaciones. –contesté con media sonrisa al mismo tiempo que recuerdos de esa noche, de esa maravillosa y perfecta noche donde, a la luz de la luna y las estrellas y con vista al mar, Robert gritaba a los cuatro vientos que yo era suya. Los recuerdos tan vívidos me hicieron estremecer. Luego de unos segundos, volví a la realidad- Hablando de eso, Sara, te traje un regalo de ese viaje. Ahora que todo esto se resuelva, o te lo traeré. –sonreí.
-Esperaré entonces. –contestó ella correspondiendo mi gesto.
Seguimos hablando unos minutos y entre risas, escuchamos que llamaron a la puerta de la casa de una forma escandalosa.
-¡Ya voy! –escuchamos decir a Marcus desde la sala- ¡Oh, hola! Pasa, está en la segunda habitación a la derecha. –fue lo último que dijo cuando oímos pasos dirigirse a la habitación donde nos encontrábamos.
La puerta se abrió al instante, dejando ver a un Robert con una incurable angustia reflejada en su rostro. Justo en el momento en que sus ojos se posaron en los míos, pude ver cómo es que estos iban tomando brillo de nuevo y poco a poco. Mi corazón latía desenfrenado. Quiero decir, lo había visto esta mañana, pero después de estar bajo amenaza de un disparo a quema ropa, podía al fin sentirme aliviada de saber que había podido verlo de nuevo.
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Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]
Fiksi PenggemarHilo rojo del destino ¿Han escuchado hablar sobre esa leyenda japonesa que cuenta de un hilo rojo invisible que está atado al "dedo corazón" une a dos personas que están destinadas a encontrarse, a pesar de todo y, ser felices? Vamos, echa a volar t...