Capítulo XXXII: Problemas

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Los días pasaban y mientras lo hacían, se iba acercando la fecha del gran día.

Robert y yo habíamos acordado que lo mejor sería escoger la fecha de nuestra boda dentro de dos meses, puesto que ambos teníamos bastante trabajo y más aún que ahora teníamos el proyecto con el Señor Oxford y también el nuestro, con la construcción del nuevo edificio de Downey Architecture & Design. Seguro que después de ese tiempo, ya todo estaría más tranquilo, además, había tantos preparativos por hacer.

¿Quién lo diría? Después de todo lo que hemos pasado y después de dos años juntos, me propuso matrimonio.

***

Era un jueves por la mañana y teníamos programada una junta con Maurice Oxford y sus inversionistas. Justo nos estábamos despertando para comenzar a prepararnos, pero yo no me sentía del todo... bien.

Me levanté de la cama como pude y salí corriendo de la habitación directamente al baño, unas terribles náuseas me habían invadido. Robert, un tanto confundido al ver la forma en cómo había salido de la cama, fue a verme.

Fue ahí, en ese momento levanté la tapa de la taza del inodoro y vomité. Robert se acercó a mí, me acarició la espalda y delicadamente acomodó mi cabello con sus manos.

-________, ¿estás bien? –me preguntó con un tono de preocupación mientras se ponía en cuclillas a mi lado.

-No. –contesté con un hilo de voz al mismo tiempo que limpiaba mi boca con un trozo de papel. Mis ojos estaban cerrados.

-¿Crees que haya sido lo que cenamos anoche? –preguntó Robert rascando una de sus cejas.

-¿Los sándwiches que prepare yo? –le pregunté rodando los ojos y reí por lo bajo, él hizo lo mismo.

-Tienes razón, eso no pudo haber sido. –se sentó en el piso del baño y yo hice lo mismo.

Tanto Robert como yo nos quedamos observando a la nada por unos segundos. Yo solté un suspiro y me recargué en la pared para después mirarlo y colocar mi mano en su rodilla.

-Robert. –lo llamé y al instante me miró- ¿Tú crees que tal vez...? –no me dejo terminar de preguntar.

-¿Qué tal vez estés embarazada? –completo mi pregunta y sentí que colocó su mano sobre la mía. Yo asentí- Bueno... puede ser. –se encogió de hombros.

-La última vez fue hace un mes, cuando estábamos en el Caribe. –dije y recargué mi brazo sobre mi pierna y mi mentón en mi mano.

-Ay sí, no voy a olvidar esa noche. –dijo Robert mordiendo su labio y yo le di un codazo para luego reír ambos- ¿Qué, por qué me pegas? Es la verdad. Fue... –suspiró- espectacular. –me dijo ladeando su cabeza y me dio un tierno beso en los labios.

-Claro que fue espectacular. –reí- Pero, debemos tomar esto con seriedad, Rob. Eso fue hace un mes y pues, ahora que lo pienso, creo que sí tengo un retraso. –le dije y él tensó su mandíbula.

-¿Y sí mejor compramos una prueba de embarazo y salimos de dudas? –me preguntó acariciando el dorso de mi mano con su pulgar.

-Sí, claro. No podría estar más de acuerdo. –asentí- Pero, ¿qué hay con la junta con el Señor Oxford?

-No te preocupes por eso. –me dijo con una tierna sonrisa- Yo voy a la junta y les daré una excusa de que no pudiste estar presente porque tuviste una emergencia familiar.

-Por eso es que te amo tanto. –le dije y él me dio un beso en la frente.

-Lo sé. –dijo y se levantó del piso para luego ayudarme a mí a incorporarme. Cuando ambos estuvimos de pie, Robert se quedó dentro del baño para tomar una ducha, ya que él tendría que irse primero, yo podía esperar.

Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora