Capítulo XXVIII: Vacaciones Caribeñas (parte 2)

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Robert y yo habíamos arribado en El Caribe mexicano, al salir del avión él fue por nuestras maletas. Yo lo estaba esperando cerca cuando noté que aquella azafata me veía de mala manera desde arriba del avión. Pestañeé un par de veces observándola, me reí y me giré en dirección a Robert que ya venía caminando hacia mí con una amplia sonrisa.

Trate de disimular las ganas de reírme que tenía pero claramente no lo logré, lo cual Robert notó. -¿Qué pasa? -me preguntó confundido en un tono divertido.

-Mira a la ventana del avión. -le dije y solté una carcajada.

Él soltó nuestras maletas dejándolas en el piso y se giró un poco para poder observar. Al encontrarse con la mirada de la azafata, Robert se unió a mí riendo también. -¿Es en serio? -me preguntó mientras se limpiaba una lágrima que se le había escapado debido a la risa y señalaba con su pulgar la ventana.

-Muy en serio. -dije con un poco de dificultad por la risa- Rob, es que tú levantas bajas pasiones, amor. -comenté arreglándome un poco el cabello.

-Ah, ¿eso piensas? -me preguntó mientras me tomaba por la cintura, cosa que me tomó por sorpresa.

-Ammm, pues sí. ¿Qué acaso ya olvidaste lo que la azafata quería contigo? -le pregunté colocando mis manos en su pecho.

-La única a la que le quiero levantar bajas pasiones, es a ti, mi amor. -me pegó más a su cuerpo procurando que la pelirroja azafata nos viera detenidamente, ya que nos dimos cuenta que seguía observándonos- Entonces, ¿qué te parece si aprovechamos estos días para eso? -me preguntó suavemente al oído y sus manos recorrieron mi espalda al mismo tiempo.

-Robert, estamos en un aeropuerto. -reí.

-¿Y qué importa? Si puedo demostrar en todos lados lo mucho que me encantas, lo voy a hacer y más cuando hay muros en la costa. -dijo sobre mis labios y al instante, me besó.

Naturalmente, correspondí el beso enseguida, pero me dio mucha curiosidad saber si la azafata seguía observando. Y sí, así era. Presencio toda la escena y justo cuando Rob se separó de mí, ella también se alejó de la ventana con una cara de pocos amigos.

-Creo que para la próxima, vamos a reservar en otra aerolínea, ya hay una mujer que me odia en esta. -le dije a Robert riendo mientras le quitaba su gorra para colocármela yo.

-Como tú digas, cielo. -comentó riendo igual que yo al mismo tiempo que tomaba nuestras maletas del piso, se colgó una en el hombro, con su otra mano tomó la otra, me cedió la mía y con su mano libre, tomó la mía para salir caminando del aeropuerto.

Contratamos el servicio de un auto ejecutivo que nos llevaría hasta nuestro hotel, el chofer muy amablemente nos ayudó a colocar nuestras cosas en la cajuela y emprendimos el viaje.

El camino hasta el hotel nos estaba dejando contemplar hermosos paisajes, palmeras hasta donde alcanzaba la vista, caminos llenos de vida, calles empedradas donde se le veía a la gente paseando feliz, a lo lejos pude divisar el océano y la playa y la brisa que golpeaba mi rostro se sentía fresca y suave. Hubo un momento en que el viento se sintió con más fuerza, provocando que la gorra que le había quitado a Robert momentos antes en el aeropuerto saliera volando de mi cabeza, golpeándolo a él en la cara, ya que al ir sentado junto a mí y al llevarme abrazada, el golpe había sido más certero. Ese pequeño incidente había roto el silencio en el que nos habíamos sumergido desde que nos habíamos subido al auto, y aunque no era incómodo, ya había durado demasiado.

-¡Oh, Robert! ¿Estás bien? -le pregunté preocupada quitándole la gorra de la cara y la colocándola en el asiento.

Él negó tranquilamente. -No pasó nada, tranquila _______. Solo me asustó un poco porque iba distraído viendo por la ventana. -comentó tomando la gorra entre sus manos y yo asentí- ¿No me digas que estabas preocupada porque mi hermoso rostro sufriera algún daño? -me preguntó haciéndome reír.

Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora