Capítulo XLIII: La odisea de Robert (parte 6 última)

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Capítulo XLIII: La odisea de Robert (parte 6 última)

Narra Robert

El camino a la casa de Maurice fue una venganza para mí, necesitaba aprovechar la oportunidad de hacer pagar un poquito a Ethan por todo lo que me había hecho pasar. Así que luego de contarle todo lo que habíamos pasado hasta el momento y mientras él manejaba y entre los dos íbamos conversando, a lo lejos logré divisar un par de baches, no iba a perder la oportunidad.

-¿Ese de haya es un bache? –le pregunté a mi amigo, observando al frente sobre mis gafas de sol. Él me dedicó una sonrisa maliciosa.

-Sí, es un bache. –comentó riendo- ¿Quieres que...? –preguntó, comprendiendo lo que quería que hiciera, mientras señalaba con su pulgar a Ethan que iba sentado en la parte de atrás.

-Por favor, va a ser espectacular. –asentí mientras me sostenía mejor del asiento.

En ese momento, Maurice aceleró más la velocidad de la camioneta y al momento de pasar por el bache, ésta dio un gran salto, provocando que Ethan diera un gran brinco en la parte de atrás de la camioneta; al escucharlo quejarse de dolor me sentí dichoso. Maurice y yo comenzamos a reír y me giré para ver hacia atrás, logrando ver a Ethan masajeando su espalda adolorido. Reí más fuerte y abrí la pequeña ventana que conectaba la parte de atrás de la camioneta con los asientos donde Maurice y yo íbamos sentados.

-¿Estás bien, Ethan? –le pregunté divertido al hombre de pésimo gusto en bufandas y él solo asintió con una mueca de dolor.

En mis labios se formó una línea delgada en un intento por controlar una carcajada. –Bien, ya casi llegamos. –no logré evitar reírme. Cerré la pequeña ventana y volví mi vista a Maurice, al chocar nuestras miradas ambos comenzamos a reír de nuevo.

-Mira, Rob ¡haya ahí otro! –me dijo Maurice, señalando con su dedo otro bache que se encontraba a unos metros- ¿De nuevo? –me miró divertido, arqueando una ceja.

-De nuevo. –asentí completamente de acuerdo y me volví a sujetar con fuerza del asiento.

Lo siguiente que sucedió fue que de nuevo, Maurice aceleró la velocidad y esta vez logré ver como Ethan salía volando por los aires unos cuantos centímetros. Al escuchar el golpe de su cuerpo contra el metal, suspiré aliviado.

-Ya me vengué. –reí y Maurice y yo chocamos los puños.

***

Llegamos a la casa de mi amigo y una vez que estuvimos en la sala, nos dispusimos a descansar un poco.

-Hey, ¿no quieren algo de café? –preguntó Maurice, dándonos un par de tazas a Ethan y a mí.

-Claro, gracias. –sonreí tomando la taza y Ethan hizo lo mismo. Luego, le di un sorbo, mas me supo extraño, sabía amargo y algo ácido. Dirigí mi vista a Ethan que también le había dado un sorbo al café y al instante, lo escupió de nuevo en la taza.

-Este café sabe extraño. –me dijo y yo asentí, mirando el líquido sin ganas de volver a probarlo. Sin embargo, Ethan volvió a tomar.

-¿Si no te gusta, por qué lo sigues tomando? No te entiendo. –le dije observándolo con el ceño fruncido.

No me respondió, solo se limitó a seguir bebiendo de su taza. Luego, llegó Maurice con nosotros.

-¿Qué tal el café? –nos preguntó, mientras sostenía también una taza.

-Pues, ¿cómo te explico? Sabe raro, ¿no podrías darme mejor un vaso con agua? –le pregunté amable.

-Seguro. –contestó con una sonrisa, volviendo a la cocina. A los pocos segundos, regresó y me entregó el vaso con el líquido transparente y yo lo acepté gusto. –Qué extraño que me digan que sepa raro. Quizá sea porque lo hice de la lata que ustedes traían, es que a mí se me acabó el mío. –dijo Maurice con simpleza, señalando la lata de café que Ethan traía consigo, la misma lata de café donde venían las cenizas de su padre. Al ver la lata que Maurice señaló, Ethan se levantó de su asiento al instante con una expresión de sorpresa y ¿asco?

Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora