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Casi dos semanas de clases, por fin podía intentar hacer algún avance. Domingo, tenía todo el día libre, o al menos lo tendría si no hubiera organizado con una cantante pop. Ahora mismo ambos estaban sentados en uno de los jardines de la plaza central, sobre una manta y comiendo sándwiches hechos especialmente por la chica. Sin duda la relación de ambos era buena, tenía la seguridad para intentar hacer algún avance.

Él llevó uno de los pequeños sándwiches a su boca y lo mordió, dejando que su sabor invadiera su boca, no era nada del otro mundo, pero debía halagarla de alguna manera, así que no dudó en exagerar su expresión. Dejando que una vez más sus mejillas enrojecieran, cerró los ojos y dejó escapar un pequeño ruido lleno de gozo.

—¡Están muy ricos, Mai!

—Estás exagerando —rio la chica con las mejillas enrojecidas.

—No, no lo hago, esto es lo más rico que he comido en mucho tiempo. Te lo aseguro.

La muchacha rio una vez más, el chico podía ser muy dulce a veces. Él simplemente la analizaba de manera disimulada, notaba las mejillas rojas de la chica y notaba cómo ella evitaba un poco el contacto visual, sin duda ella estaba un poco nerviosa, más que de costumbre.

Al pasar los minutos, Naegi miró la canasta de alimentos, estaba casi vacía, ya era tiempo de hacer la pregunta.

—¿Y qué quieres hacer después?

—Pensaba en que podríamos ver una película, ¿qué dices? —preguntó la cantante.

—Me parece perfecto, ¿y en dónde?

—Mi apartamento.

—¿Eh? ¿E-Estás de acuerdo de que yo esté allí?

—Sí, eres mi amigo, no encuentro razones por las que no puedas ir.

Solamente bastaron diez minutos para que acabaran de comer, luego de eso simplemente se levantaron y recogieron las cosas, para ir hacia su próximo destino, la residencia femenina. Afortunadamente nadie los vio entrar juntos al departamento de la idol, porque según ambos "podrían hacerse ideas erróneas", pero Naegi sabía lo que pasaría ahí dentro.

El departamento de la cantora se veía exactamente igual que el suyo, ella lo invitó a sentarse en el sofá, algo que él hizo con gusto. La muchacha tomó el control remoto que estaba sobre la mesa y se sentó a su lado, lista para buscar entre el catálogo alguna película que pudieran disfrutar juntos, pero... una pregunta surgió en su cabeza, una pregunta que desencadenaría todo sin saberlo.

—Hey, ¿puedo preguntarte algo?

—Acabas de hacerlo, Mai —rio.

—Otra cosa.

—Sí, sabes que puedes preguntar lo que quieras.

—¿Cómo sabías esas cosas de "los puntos"? ¿Lo viste en internet o...?

—No, una chica me lo enseñó.

La respuesta fue directa, sin pelos en la lengua. La muchacha se ruborizó ante eso, aquel sonrojo provocó una sonrisa en Naegi.

—¿Quieres que te enseñe?

—Jaja, m-muy gracioso, N-Nae...

La chica se había puesto rápidamente nerviosa, él no hizo mucho, simplemente sostuvo con su mano la mejilla de la chica, mirándola con sus ojos verdes, ojos que transmitían una profundidad inmensa, lo cual hizo sentir algo extraño en Maizono.

—¿Por qué no pones una película? —sugirió Naegi.

Ella simplemente apartó la mirada completamente sonrojada y puso la primera película que encontró. Su corazón latía de una manera irregular, ¿a qué había venido aquello? Él no volvió a hablar, simplemente apoyó su codo en el apoyabrazos y recargó su mejilla en su mano, mirando a la película, ignorando completamente a la chica a su lado, la cual le clavaba la mirada.

¡Qué empiece el juego! (Naegi x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora