9

2.4K 122 99
                                    

—Si estás intentando tirarme los tejos pierdes el tiempo, chico C —declaró la apostadora.

—Y-Y-Yo n-no estaba i-intentando...

La apostadora llevó su mano a su boca y soltó unas pequeñas risas, el chico había reaccionado tal y como ella había previsto. Ella creía que había avergonzado al chico con su broma, pero en realidad Naegi simplemente se apegaba a su papel de chico tímido, al menos por ahora.

—Estoy bromeando, sé que no harías eso —declaró Celes tranquilizándolo.

—Dios, Celes... —suspiró Naegi— ¿Entonces sí quieres té?

—Sí, un té royal con leche por favor.

Naegi hizo una mueca, sin duda no sabía cómo hacer ese té, por lo cual Celestia tuvo que explicárselo unas tres veces para que comprendiera. Naegi se adentró en la cocina de la cafetería, para prepararle el té a Celes. Tomó un par de minutos, pero cuando por fin quedó como Celes se lo especificó, él salió con dos tazas.

La apostadora simplemente por el olor supo que el té no estaba bien hecho, por lo cual lo tomó con una mano y se preparó para arrojarlo, para ordenarle a Naegi que le hiciera otro, al menos eso es lo que siempre hacía con Yamada.

—I-Intenté hacerlo como Yamada, l-lo volví a hacer varias veces, p-pero no creo que haya alcanzado su nivel, aún así espero que te guste, me he esforzado haciéndolo.

El pequeño sonreía de una manera tan pura, ¿cómo sería capaz de quebrar la taza contra la pared y gritarle que hiciera otro té? Simple, no podía. ¿De verdad el chico lo había hecho varias veces? No, simplemente se quedó en la cocina haciendo tiempo para poder decir aquella descarada mentira. Por sádico que sonase, estuvo muy tentado a escupirle el té a la chica, sólo para ver cómo lo tomaba, pero no lo hizo al final.

Naegi agarró su taza con ambas manos y empezó a mirar con disimulo a Celes, como esperando su aprobación hacia el té, ella notó aquello, por lo cual sonrió ligeramente y dio un sorbo al té que Naegi le había preparado.

—¿Y-Y cómo está?

—No diría que tiene el sabor perfecto —confesó la chica— Pero no es tan malo tomar un té como este de vez en cuando.

—S-Supongo que tendré que seguir practicando.

—Sí, wow, se nota que quieres convertirte en mi mayordomo personal.

—¡¿E-Eh?! Yo n-no trato de ser tu mayordomo.

—Lo lamento, debes ser al menos un rango A, tú apenas eres C.

—Oh...

A diferencia de con Asahina y Maizono, a Naegi le resultaba un poco más complicado hablar con Celes. Sin saber aún que decir, simplemente llevó la taza a su boca y le dio un pequeño sorbo.

—¿Y cómo eres en realidad?

Eso llamó la atención del castaño, su ceño por poco se frunció, pero decidió mantener su acto.

—¿D-Disculpa?

—Que cómo eres en realidad —repitió Celes con una sonrisa.

—T-Te escuché, es sólo que no llego a entender del todo a que te refieres.

—Bueno, ¿por donde empiezo? Actúas amable y vergonzoso, pero hubo dos momentos en los que se te cayó la máscara. Así que quiero saber, ¿con quién estoy tratando?

—¿A qué te refieres?

Naegi trataba de mantener su tono confuso y de no hacer ninguna expresión que lo delatara, pero por dentro miraba realmente mal a la apostadora. Las preguntas comenzaban a formarse en su cabeza, ¿cuándo se le había "caído la máscara"? ¿Qué tanto sabía la chica? ¿Acaso ella y Koichi hablaban?

¡Qué empiece el juego! (Naegi x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora