Mediodía, todos debían estar desayunando, era extraño que él no los acompañara, y más raro era que estuviera detrás de la escuela. Su expresión no demostraba nada, ni felicidad ni tristeza, simplemente parecía aburrido. Su móvil comenzó a sonar, era la llamada que había estado esperando, la llamada por la cual se había alejado de todos.
—Komaru —dijo al atender.
—Hola, Makoto.
—¿Qué se le ofrece a mi queridísima hermana hoy?
—Nada, sólo llamaba para ver cómo te va, ya sabes, cosas sentimentales.
El muchacho rio ante aquella mentira.
—No mientas, dime la verdad.
—Ok, ¿cuántas van hasta ahora?
—Una.
—¡¿Eh?! Pero si las clases comenzaron hace dos semanas, yo ya he agarrado tres. Estás perdiendo tu toque.
Komaru Naegi, su hermana menor, una chica que tenía el mismo pasatiempo mal sano de acostarte con todo hombre y mujer que le atrajera mínimamente. A diferencia de él, a ella no le hacía falta hacer el acto de niña buena, podía simplemente llegar y seducir a un chico en minutos, pero por alguna extraña razón ella también hacía lo mismo que Naegi, fingiendo inocencia hasta que llegaba el momento de la verdad.
Tal vez fue una broma de su hermana, o tal vez no, pero Naegi frunció el ceño ante lo que ella dijo.
—Primero, no estoy perdiendo nada. Segundo, eres una chica y los chicos somos como unos conejos alzados. Tercero, estás buena, cualquier idiota se bajaría los pantalones para empotrarte.
—Yo escuché, "Komaru, por favor ayúdame, no sé cómo hacerlo".
Naegi gruñó.
—Parece que la alumna superó al maestro.
Él soltó una carcajada sonora, dejando que el celular la captara por completo.
—Sigue soñando, te falta mucho, ¡pero mucho! No vas a superarme, nena.
—¿En serio?
—Cuando vengas aquí te enseñaré.
—Lo espero con ansias —rio ella.
La llamada se cortó, dejando a un Naegi con sonrisa forzosa solo, a veces le resultaba increíble la insolencia de su hermana menor, ya que él prácticamente le había enseñado todo lo que sabía. Tras calmar un poco su expresión, se guardó el móvil en el bolsillo. Se pensó en que podría hacer ahora, la llamada que había estado esperando ya había sido recibida, por lo cual podría volver con sus compañeros a la cafetería.
Caminó, con el objetivo de ir con el resto de su clase, pero aquel objetivo desapareció al girar por uno de los muros de la escuela. Sentada en el césped y apoyada contra una de las paredes del edificio principal, estaba ella, una chica poco habladora de su clase.
Cabellera lila, ojos violetas y con un bento purpura sobre su regazo, el cual contenía arroz y carne, lo más probable era que ella fuese quien había preparado aquello.
—¿Kirigiri?
—¿Hm? ¿Se te ofrece algo?
—N-No, pero, ¿por qué estás comiendo aquí sola? Nuestros compañeros están en el comedor.
—¿Tengo que responder?
—N-No, pero...
—Entonces no lo haré.
Sin decir más, ella llevó un poco del arroz a su boca y siguió comiendo. Naegi sonreía ligeramente incomodo, sin duda era una chica peculiar.
—Bueno, ya comí y no tengo nada que hacer, ¿puedo sentarme aquí?
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¡Qué empiece el juego! (Naegi x Harem)
FanfictionMakoto Naegi era alguien empático, amable, dulce, una persona en la que todos podrían confiar. Así lo veían todos, como un chico inocente que no dañaría ni a una mosca. Aquello era un simple acto nada más. Makoto Naegi era alguien asqueroso, desagra...