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Viernes.

Los ojos del castaño se abrieron, una chica de cabello azul abrazaba su costado, estaba totalmente dormida y se le veía feliz. Rodó los ojos, para luego comenzar a moverle el hombro suavemente a la chica, la cual se tardó un poco en despertar.

—¿Nae?

—Buenos días, princesa, ¿dormiste bien?

—Sí, ¿me das un beso de buenos días?

El chico sonrió dulcemente para luego cumplir la petición. Tras eso decidió levantarse de la cama y caminar hacia la puerta, yendo hacia la sala con Maizono siguiéndolo.

—¿Qué quieres desayunar? —preguntó Naegi.

—Unos panqueques.

—A la orden.

La chica sonrió, para luego tomar asiento en una de las sillas de madera, viendo como Naegi iba a la cocina para prepararle el desayuno. Quince minutos después, el castaño salía teniendo en una mano un plato con una montaña de hot cakes, y con su otra mano sosteniendo un pequeño recipiente de jarabe.

La chica sonrió y le dio un pequeño beso al muchacho cuando puso el plato frente a ella. Le resultaba bastante lindo que le hicieran el desayuno por la mañana.

—Hey... ¿esto no te parece algo que haría una pareja casada?

—B-Bueno, tú dijiste que esta era nuestra "casita", así que intento cumplir tu fantasía. ¿Qué quieres tomar?

—Un té, por favor.

El chico asintió, para encaminarse a la cocina, al menos ese fue el plan hasta que escuchó el timbre de la puerta sonar. Eso lo confundió, dado que apenas sería mediodía, aunque si lo pensaba ahora mismo sería receso para los estudiantes, pero de igual forma no esperaba que alguien lo visitara hoy. Él y Maizono se miraron confusos, pero el timbre volvió a sonar, por lo cual la idol le asintió para que abriera.

El chico obedeció confundido y abrió la puerta, detrás estaba una morena que pareció sorprenderse al verlo.

—¿Asahina?

—Por fin te encuentro, no atendías mis llamadas y... ¿Maizono?

La idol y la nadadora se miraron con confusión, sin duda ninguna esperaba que la otra estuviera allí.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Asahina.

—Eh...

Maizono miró a Naegi en busca de ayuda, obviamente no podía revelar su noviazgo, las idol debían permanecer "puras". Naegi no supo qué decir, pero rápidamente se inventó una excusa para justificar aquello, no quería tener problemas por lo menos hasta la noche.

—Maizono tuvo un problema con su grupo ayer, así que vino a hablar conmigo y se quedó a dormir.

—¿Qué co...?

—Ella durmió en mi cama y yo en el sofá, no te hagas malas ideas. Como vi que estaba mal la dejé quedarse.

—Gracias de nuevo, Naegi —expresó Maizono—. Lamento causarte problemas.

—Descuida, ya te dije que no hay problema.

Asahina miró un poco dudosa aquello, pero decidió confiar. Ayudar a una amiga en problemas era algo que Naegi haría, claro, desde la perspectiva de Asahina.

—¿Y tú qué haces aquí, Asahina? —preguntó Maizono.

—¿Eh? ¿Yo? Pues...

—Koichi debió mandarte a buscarme, ¿no? Dado que estuve faltando un par de clases —inventó Naegi.

¡Qué empiece el juego! (Naegi x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora